Por Javier Lozano.
Desde el punto de vista de la encuestadora Demoscopia Digital, el mandatario municipal de Pátzcuaro, que ha impactado a escala global, conserva altos índices de aprobación. Es importante mencionar que la metodología, en sí misma, ha establecido un precedente significativo en los estudios de evaluación que miden el pulso de la población en asuntos vinculados con la confianza en los funcionarios públicos. Hace unos meses, recuerdo, fue, sino es que la más precisa, una de las tres más exactas para anticipar el triunfo de Sheinbaum, y los demás gobernadores que, hace poco, han tomado protesta. En definitiva, eso se logra siendo responsable en la aplicación de un modelo estadístico que, en concreto, ha resultado eficiente, al grado de ganarse el reconocimiento de instituciones importantes.
La cuestión radica en que, durante este nuevo periodo, Demoscopia Digital ha monitoreado la labor que desempeñan los alcaldes a escala nacional. En realidad, la evaluación se realiza de manera regular para efectuar una comparación del trabajo. Para ser precisos, se trata de un análisis detallado de las tareas del presidente constitucional en aspectos significativos de sus políticas públicas. En términos generales, la ponderación de Julio Arreola, para ser más exactos, no ha descendido del 59%; lo que significa que es potencialmente elevada teniendo en cuenta el inicio de sus labores en este segundo tramo al mando del Ayuntamiento. Él, con su propio estilo, se ha convertido en un liderazgo social; su poder político, para los asuntos locales e internacionales, tiene repercusiones positivas. La misma revista Forbes, que estimó una lista larga de lugares acogedores, calificó a Pátzcuaro como el séptimo lugar más bello. Eso solo es posible cuando la confianza de la población civil continúa inclinando la balanza a su favor y, de paso, le entrega el cariño sin condiciones.
En concreto, la encuesta que publicó Demoscopia Digital, a nivel nacional, muestra el respaldo abrumador a favor de Julio Arreola. Eso, por supuesto, lo coloca como el quinto mejor alcalde de Michoacán. El peso de sus decisiones, al igual que lo hizo en el primer tramo de su gestión, son potencialmente fuertes, máxime cuando las políticas públicas avanzan a pasos agigantados.
Y Julio Arreola, a casi cinco meses de tomar protesta como edil, acapara no solamente la atención de todo Michoacán, si no los reflectores del mundo entero. En todos los casos, su aprobación y sus niveles que ha mantenido, además de legitimar sus acciones, lo ponen en la cima de un universo sociopolítico que, desde luego, jamás alcanzarán otros municipios. Temas como la propuesta de reconocimiento a patrimonio cultural a través de la UNESCO, ponen a la región en los ojos de la prensa nacional y global.
La lectura es muy clara: El abrumador respaldo que recibe Julio Arreola, en sí, constituye una base sólida de militantes, simpatizantes y población en general que, como tal, están atestiguando la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación.