Por Javier Lozano
Reveladoras postales observamos hace unos días en el Senado de la República con la presencia de varios personajes históricos del país.
Esa percepción estuvo acompañada, en todo momento, del coordinador de los legisladores de Morena en la Cámara Alta, Ricardo Monreal, quien entregó un reconocimiento a Saúl el “Canelo” Álvarez que, con la presencia de todos los senadores y el recinto principal como marco perfecto, fue galardonado de una manera histórica un boxeador multicampeon.
Por ello, siempre será gratificante vivir momentos de expresión cuya identidad significa, en todo momento, una etapa clave ya que sirven de ejemplo para las nuevas generaciones que, a través de la memoria histórica, hemos identificado como grandes liderazgos por sus aportaciones a la vida pública, política, social y deportiva.
En este marco se ubican tanto Ricardo Monreal, como Saúl el Canelo Álvarez. Ambos, campeones en distintas etapas y sucesos de la vida; uno en el deporte, y otro en la política. Uno y otro tuvieron la oportunidad de convivir, esto es, por supuesto, un hecho que no pudimos pasar desapercibido.
A mí juicio, una etapa inolvidable dónde, las figuras que representan a la sociedad desde el legislativo, tuvieron la fortuna para efectos de mucha emoción una charla y, por si fuera poco, un mensaje de aliento de un ganador de la vida que, con esmero, logró posicionarse como campeón.
Ese segundo instante alucinantes fue, sin lugar a dudas, cuando el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, recibió de manos del “Canelo” una pequeña demostración particular para conectar golpes por ser él, naturalmente, un presidenciable de Morena de cara a la sucesión presidencial del 2024.
Claro que la charla no es un manual de procedimiento para pelar en un Ring, sino los consejos de un campeón destacado que transmitió o, más bien, motivó más a Ricardo Monreal a subir la guardia y a conectar ganchos contundentes en la política por la semejanza de una contienda que se avecina.
Quienes hemos seguido de cerca el trabajo de Ricardo Monreal desde hace muchos años, podemos darnos cuenta de que, llegado el tiempo, mostrará sus verdaderos atributos y capacidades de un referente histórico que, gracias a su fiel estilo, camina con ideas claras y congruentes y, que ha logrado durante treinta años, un impresionante bagaje tanto en su vida social, como política.
Así, pudo verse motivado el senador Ricardo Monreal en el momento que departió con Saúl Álvarez; además de implicar un aprendizaje que transmite con su motivación, y con una larga lista de títulos de campeonatos mundiales, el coordinador de la fracción de Morena lució eficaz cuando conectó un par de ganchos simbólicos en señal de que está que listo para la pelea más importante de su vida.
Y por sí eso fuese poco, dentro de ese gran instante salió a relucir otro gran campeón de la vida pública del país. Un perfil dotado de habilidades, conocimiento y experiencia que, con fundamento, está altamente calificado para enfrentar el reto de competir con una expresión que él mismo formó con un grupo de líderes sociales que, con entereza, dieron vida al proyecto de la Cuarta Transformación.
Su nombre es Ricardo Monreal. Durante un largo periodo ha estado más que preparado para tener su oportunidad; al contar con un enorme currículum y, por supuesto, con un gran poder de convocatoria, se ha ganado un lugar inmejorable para ser, a futuro, primero el candidato de Morena y, después, el próximo presidente de México.