Por Javier Lozano
Los conflictos internacionales siempre acaparan la atención del mundo, máxime cuando nuestro país tiene una representación en distintas organizaciones de corte mundial para atender una política en calidad de puente para regular rubros importantes como seguridad, economía, cultura y paz social.
Asimismo, nuestro país cuenta con instituciones que cumplen con la obligación de acompañar la política internacional no sólo cuando hay similitudes y empatizar en una buena relación bilateral, sino también en momentos donde surgen diferencias como el caso que se dio hace poco cuando el Senador Republicano de EU, Ted Cruz, intentó contribuir para causar una mala percepción de nuestro territorio con consecuencias que se han estado maximizando al sostener una idea o, mejor dicho, una expresión personal que busca generar un conflicto con acusaciones que, por supuesto, no ignoró el presidente, ni mucho menos las instituciones que, por su capacidad, pueden emitir un juicio para abonar al diálogo.
Tanto la cancillería del país que encabeza, Marcelo Ebrard, como la junta de coordinación política que lidera Ricardo Monreal- hicieron énfasis para construir puentes eficaces y dar solidez a la gran relación de amistad, pero también comercial en distintos rubros que asimiló nuestra nación como positivos.
Pero más allá de eso y, a costa de todo, debemos reconocer la defensa de la soberanía. México es una república democrática con capacidad de tomar decisiones, aunque también es una nación que alimenta el buen entendimiento sobre todo con la llegada del presidente López Obrador. A raíz de eso, se ha privilegiado la relación bilateral con el vecino país.
Con esa posición de la cancillería y el senado de la República podemos suponer que, sin duda, surgirán mejores mecanismos para diluir cualquier intento de acto para desestabilizar la gobernabilidad. Eso fue lo que pasó con el legislador Republicano de EU. En vez de abonar con cautela y respeto, fue irresponsable tratar de generar una atmósfera negativa.
Sin embargo, tanto la posición del presidente, como de la cancillería y el Senado de la República han sumado esfuerzos para encontrar una salida a fin de manejar el asunto con prudencia y sea así, un vehículo de solidez de la relación bilateral.
Y haciendo énfasis en ese tema mundial, salió la situación bélica entre Rusia y Ucrania, tanto el gobierno, como la facultad del legislativo para acompañar y sancionar la política internacional, ponderó la importancia de la diplomacia, pero también destacó los mecanismos del diálogo como palanca para recomponer las diferencias e impedir una acción catastrófica que va de menos a más.
Justamente en el primer plano se sitúa la importancia de la política internacional. Son dos precedentes que condenamos; uno por la injerencia o intromisión, y el otro por ser una postura radical siendo que el diálogo es un motor para salvaguardar la paz y la seguridad.
Por ello, hay que agotar el diálogo- porque siempre tiene efectos positivos.
Notas finales
Hace un par de días se reunieron el presidente López Obrador y el gobernador de Zacatecas, David Monreal. Este encuentro llega en un buen momento para resolver la solicitud del ejecutivo estatal en el fortalecimiento de distintas áreas de oportunidad. Con ello, entonces, se abre el compás para mejorar la política pública del territorio donde hay grandes expectativas de desarrollo y crecimiento luego de la crisis que dejó Alejandro Tello. De hecho, hemos percibido obstáculos del desastre que ocasionó el gobierno anterior. Entre crisis financiera, inestabilidad y deficiencias, fueron el sello de Tello en su periodo pasado.
Eso trajo un efecto negativo. A David Monreal le ha tocado remar a contracorriente. Sin embargo, con la ayuda del presidente se abre una ventana inmejorable y el camino para dar estabilidad al estado. Buenas noticias para Zacatecas.
