Por Javier Lozano
Hay una forma puntual de definir el perfil y la personalidad de Ricardo Monreal: la congruencia. Eso es, desde que conocemos el comportamiento y responsabilidad social del zacatecano, un esquema que sostiene el discurso y los hechos en todas las actividades y competencias que han manifestado la larga trayectoria del coordinador de los Senadores de Morena.
Durante toda su carrera y formación como catedrático ha actuado así. Sus acciones han podido influir significativamente, sobre todo en ésta etapa que le ha tocado coordinar los trabajos legislativos de la fracción a la que pertenece; asimismo, sostiene una gran responsabilidad en la tareas desde la Presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República donde, con frecuencia, tiene buenos resultados al impulsar una agenda estrictamente social que arroja un desempeño óptimo.
Con esa premisa, ha mantenido una gran labor en el legislativo federal, sobre todo en procesos y facultades en materia considerando el rubro o el punto constitucional.
Eso me hizo recordar los señalamientos puntuales que hizo al árbitro electoral, sobre todo cuando se extralimitó en sus funciones dando lugar a la especulación.
Allí, Ricardo Monreal ha recalcado las facultades, pero también las limitantes del órgano electoral que viene a ser alusión en un momento coyuntural del ejercicio democrático que será celebrado el próximo 10 de abril en la Revocación de Mandato.
A raíz de ello, y con conocimiento de causa explicó y fundamentó la capacidad emitida por el Poder Legislativo en el decreto que emitió sobre la divulgación y propaganda para el tema de Revocación. Por esa razón, fijó su posición en las redes sociales a partir de los comentarios de Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE.
Incluso, concluyó que ninguna autoridad electoral, ni el Instituto Nacional Electoral pueden determinar la inobservancia de una norma emitida por el Poder Legislativo, es decir, las facultades emitidas por el legislativo habrían de salvaguardarse siempre y cuando el órgano jurisdiccional lo declare invalido.
Desde esa perspectiva, Ricardo Monreal no sólo es promotor de materia legislativa, sino un defensor de aquellos asuntos que tienen un fundamento y una razón, máxime cuando es un ejercicio democrático manifestado por un decreto constitucional que se refrendó en mayoría en todas sus disposiciones.
Justamente eso habla del respaldo que tiene Ricardo Monreal con el proyecto de la Cuarta Transformación que, en todo momento, ha defendido con energía y conocimiento de causa tanto en materia legislativa, como en derecho.
Así pues, esto debe verse como una manifestación de congruencia y responsabilidad social alimentada por un referente histórico de la lucha democrática como Ricardo Monreal.