Por Javier Lozano
El pasado fin de semana el senador Ricardo Monreal hizo una gira por Hidalgo; acompañó a su amigo y legislador con licencia, Julio Menchaca- para refrendar su apoyo en busca de la gubernatura de aquella entidad.
Con un marco perfecto de fondo, el Senador tomó el micrófono y con las arengas en un escenario totalmente lleno- habló de la enorme expectativa que ha levantado el candidato de Morena, sobre todo porque el mensaje significó un gran aliciente para su amigo y compañero del movimiento.
De hecho, en ese momento culminante la voz de Ricardo Monreal provocó una algarabía al tratarse de un referente histórico de la expresión lopezobradorista, pero sobre todo de un presidenciable del partido guinda si tomamos en cuenta el potencial que posee.
Y tratándose de un perfil reconocido en Palacio Nacional, se elevó la efervescencia. Lo vivimos hace unas semanas en Quintana Roo; lo mismo Oaxaca y otras entidades donde el senador ha refrendado su apoyo a los candidatos de Morena. Por esa razón, el Monrealismo salió a las calles a manifestar su respaldo cuando estuvo presente Ricardo Monreal.
Motivado por esa coyuntura, el senador recorrió las calles de distintos municipios para acompañar a los abanderados de Morena. Eso tuvo grandes momentos ya que, a partir de allí, el instante significó que el Monrealismo está más fuerte que nunca. De hecho, esa situación lo confirmó por lo gratificante que constituyó recibir la ovación de la población civil y que, incluso, lo llamaron ¡presidente, presidente, presidente!
Son ellos mismos quienes empujaron para que se le reconociera su aspiración legítima desde Palacio Nacional. Ese gran mérito es de la sociedad; quieren a Ricardo Monreal en la competencia interna no sólo porque está viviendo su mejor etapa como político, sino que su experiencia y madurez garantizan el proceso de transformación que encabeza el presidente.
Tiene más de 40 años ininterrumpidos como servidor público y legislador; ha sido coordinador de campaña del presidente en alguna ocasión; gobernó su tierra natal y está listo para tomar las riendas del país a partir del 2024. De hecho, gracias a su gran visión, cuenta con un proyecto de nación que muy pronto presentará como plataforma de gobierno para el periodo 2024-2030.
A raíz de ello, nadie le puede quitar esa virtud de adelantar un proyecto institucional para gobernar al país. Valdrá mucho la pena conocer, a grandes rasgos, el contenido de un esquema que, estoy seguro, será el motor de desarrollo ya que el senador Ricardo Monreal tiene un enorme conocimiento de las áreas de oportunidad que hay que fortalecer.
Con esos atributos ya demostrados por el senador Ricardo Monreal– el Monrealismo toma más fuerza que nunca. Se fortaleció con la tarea legislativa en la que demostró su capacidad y poder político para construir acuerdos. Para muchos, incluyendo el redactor de estos fragmentos, es el perfil más preparado y el actor idóneo no sólo por alcanzar una madurez, sino por demostrar que está hecho para los grandes retos del territorio nacional.
Por ello, sirvió de mucho éste proceso electoral porque el senador cultivó más seguidores por los territorios- ya que apareció en los momentos más precisos- puesto que el poder de convocatoria que produce efecto entre la población civil jaló más cuadros y voluntades a la causa en la que creció la intención de voto. Tal es así que, hoy por hoy, Morena es favorito para coronarse en seis entidades mismas que Ricardo Monreal ha respaldado, aunque también defendido como respuesta a la guerra propagandística en la que es claro se pretende producir encono.
Sin embargo, lo dijo el propio Monreal que es una voz reconocida: la sociedad ya decidió y hay que respetar la determinación en el proceso de alternancia y transición.
Ésa es la posición de Ricardo Monreal. Leal; fiel a sus principios sigue por la dirección correcta porque el Monrealismo aprieta el paso en una sucesión adelantada que vive momentos culminantes y la que, el nombre del zacatecano, recobra una fuerza inmensa por todo el territorio.