Por Javier Lozano
Muchos siguen analizando el saldo que dejó la elección del pasado domingo 5 de junio donde se renovó la administración estatal en seis entidades del país. Hasta aquí, ya nada puede revertir los resultados que, a nuestro parecer, significó un dominante paso de Morena en la consagración de un movimiento político que sigue extendiéndose a lo largo y ancho del territorio nacional.
Ganó Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo e Hidalgo. A pesar de haber perdido en Aguascalientes y Durango, hay que reconocer el esfuerzo y el ímpetu que demostraron a lo largo de la campaña, especialmente porque no queda el sabor amargo de una derrota ya que la posibilidad estuvo muy cerca en ambos casos.
Lo más importante de ello, es que Morena sigue multiplicando el proyecto que encabeza el presidente; eso habla del buen desempeño del mandatario federal que abrió el compás a las oportunidades para el desarrollo. No obstante, esa agenda de trabajo ha estado bien acompañada por el legislativo, sobre todo en la Cámara de Senadores donde, el proyecto de la 4T, tiene un gran referente de la talla de Ricardo Monreal que se ha vuelto infalible para construir acuerdos para sacar adelante un esquema numeroso de Leyes y Reformas constitucionales.
Por eso y por muchas razones que ya hemos justificado, Ricardo Monreal es un presidenciable de Morena. Esa postura es clara. La naturaleza de esa aspiración se sostiene de un trabajo no sólo político, sino de un activismo hacia adentro del movimiento ya que, el zacatecano, representa un gran liderazgo. De hecho, esa reacción se hizo notar en Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas.
Las tres entidades, ganadas por senadores con licencia que, por cierto, tiene una afinidad con el coordinador de los legisladores de Morena en la Cámara Alta. De hecho, con esos triunfos, el que más se fortalece es Ricardo Monreal- por muchas razones. En primera, se identifica ese vínculo y la sólida relación que puede ser un factor que favorezca, sobre todo porque los tres gobernadores electos reconocen al zacatecano como un liderazgo que influye poderosamente en la construcción de acuerdos.
Lo más importante de esa cohesión es que, el senador Ricardo Monreal, les ha refrendado el respaldo a todos los candidatos que salieron triunfadores, especialmente a sus compañeros del senado con quienes ha construido una gran estructura- lo que nos hace pensar que, una vez llegada la definición, los gobernadores de Oaxaca, Tamaulipas e Hidalgo, apoyarían al zacatecano es su aspiración presidencial legítima para que enfrente ese proceso interno.
Al menos eso es lo que indica la lógica debido a que son actores cercanos al senador Ricardo Monreal; eso es evidente; hay empatía y gestos que comparten la misma visión a fondo. Esa es nuestra impresión en virtud del gran bloque que construyeron desde el Senado de la República. Con ello, no hay que perder de vista también los estados de Nayarit, Sinaloa y Baja California donde, los gobernadores, siempre han cerrado filas a favor del coordinador de los legisladores de Morena.
Finalmente, esa gran estructura que ha edificado Ricardo Monreal desde el senado– influirá y, mejor aún, impulsará porque aumentará y ejercerá mayor capacidad de fuerza para jugar a favor del líder de los legisladores de Morena en la Cámara Alta con quien comparten confianza e interlocución tal y como se notó en los tiempos de campaña.
Finalmente, con una estructura sólida de gobernadores, lo mismo que la mayoría de senadores de Morena a su favor, y un respaldo inmenso de militantes y simpatizantes del lopezobradorismo, Ricardo Monreal puede, sin ningún problema, construir una candidatura competitiva y ganadora en 2024.
Es calculador y conciliador. Su gran olfato político los distingue de los demás aspirantes porque promueve el diálogo constantemente para construir acuerdos por su larga experiencia y madurez.
Notas finales
Nos cuentan que para el senador Ricardo Monreal resolver el problema de la seguridad pública será cuando se encuentre el equilibrio que no se permita la impunidad, ni la tolerancia, para alcanzar la armonía entre la fuerza del estado y la protección de los derechos de la población.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado señaló que no se vale que, por razones políticas, se trate de vincular al actual gobierno con los grupos que están fuera de la ley; hizo hincapié en que es una desmesura y una conducta ruin.
Por ello, recordó que el contubernio entre autoridades y los grupos al margen de la ley inició hace décadas por grupos políticos que hoy buscan empañar los esfuerzos realizados en materia de seguridad, se rompió por completo con el inicio de esta nueva administración.