Por Javier Lozano
Apenas se dejó de percibir el efecto de la elección que vivimos hace una semana donde se renovaron seis entidades, ayuntamientos y algunos congresos locales, y ya se siente de nuevo el fervor por la sucesión presidencial porque se entiende perfectamente la magnitud de lo que se jugará en el 2024.
Dada la importancia del proyecto que encabeza el presidente López Obrador la sociedad tomará una decisión, y lo hará considerando las capacidades que posee cada uno de los aspirantes dentro de Morena. Por ello, el perfil que demuestre mayor conocimiento de causa sobre dónde hay que encarar la política de estado para mantener equilibrio y desarrollo, será un factor positivo que destacarán en el juicio de militantes y simpatizantes de Morena.
Francamente– él único perfil que noto con esas cualidades es el propio Ricardo Monreal. A pesar de que muchos tienen buena experiencia en los asuntos del país, ninguno como el zacatecano ha demostrado ese salto a la consolidación de quienes están preparados para enfrentar un reto de esa magnitud.
Es cierto que podrá haber muchos factores que influyan, pero será un elemento primordial el efecto que ocasiona el grado de identidad con las causas que siguen dando beneficios al país.
Y es que Ricardo Monreal muy pronto presentará un proyecto de gobierno para el periodo 2024-2030 en el que contempla todos los asuntos de mayor importancia en el manejo de un esquema institucional. De hecho, el propio senador habló del progreso económico, la seguridad, la salud, la cultura, la educación y el desarrollo social seguramente a través de los programas de ayuda.
Quien mejor que él que ha tenido siempre una cercanía con los sectores sociales, sobre todo los más vulnerables que merecen más atención. Muchos lo califican incluyendo al redactor de esta columna, como el perfil idóneo para dar continuidad al proyecto de la 4T. De hecho, él mismo es una pieza clave de ese engranaje; a partir de hace varios años ha luchado y ha ofrecido entrega total a la lucha democrática del país.
Otro aspecto fundamental es, desde hace muchos años, la capacidad que muestra para conciliar cualquier asunto; eso le ha permitido ganarse el reconocimiento, especialmente en momentos de tensión.
Sabe perfectamente manejar los tiempos, sobre todo sí se trata del termómetro electoral, especialmente porque ha seguido sumando simpatías de cara al proceso del 2024. Así lo testifican los hechos y las evidencias desde que se pronunció a buscar la candidatura con Morena y, posteriormente, convertirse en el sucesor de Andrés Manuel López Obrador para los próximos seis años.
Reúne todos los requisitos para ser, llegado el momento, el abanderado de Morena. Y lo hará puesto que posee muchas virtudes que pueden jugar a su favor al ser una opción de continuidad de la 4T, eso sí, será un presidente de la conciliación, especialmente porque es sabedor de los retos que seguirá enfrentando el país.
Mientras ese momento se acerque, muestra tranquilidad, motivación y carisma a pesar de que las condiciones desde Palacio Nacional no han sido parejas entre las “corcholatas” que ha optado por mencionar el presidente.
A pesar de ello, veo a un Ricardo Monreal maduro, mesurado y experimentado. No tengo la menor duda de que está en su mejor momento político. Esa versión del zacatecano es la que ha hecho posible realizar frente a cualquier adversidad.