Por Javier Lozano
Muy mal por el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado que montó todo un espectáculo propagandístico para presentar- ante los asistentes- las “corcholatas” favoritas que pronunció el presidente cuando arrancó el proceso de la sucesión adelantada en Palacio Nacional.
A pesar de que fue un error, desafortunadamente no han mostrado equidad en el proceso que ya podemos llamar precampaña o campaña. Al menos, eso es lo que se percibió hace unos días en la ciudad de Toluca. Hubo de todo. Porras, accesorios del partido y todo un aparato logístico con banderas de la expresión guinda en una etapa o ejercicio que no es jornada electoral ni tiempos de proselitismo.
Tendrá que ser la propia ley electoral o el Tribunal quien tenga que actuar.
Pero lo más lamentable de todo, es no haber tomado en cuenta al senador Ricardo Monreal en el desayuno que ha sido denominado de la “unidad”. Vaya, hasta el término me causó muchas dudas porque es evidente que lo que hay- es una especie de favoritismo preparado y organizado para que la participación gire en torno a tres aspirantes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto.
Y ¿qué pasó con Ricardo Monreal?, ¿por qué lo excluyen? Él también es un presidenciable de Morena, y muy fuerte, por cierto. Se le olvidó a Mario Delgado o tenía instrucciones de no incluirlo en la baraja de aspirantes al 2024. Hubo muchos detalles que lo confirman, incluso la propia versión del coordinador de los Senadores de Morena quien, una vez que se celebró el evento, fue entrevistado y comentó que no lo tomaron en cuenta para el desayuno.
Con ello, se desahogó la interrogante que cada vez se fortalece más en la medida que pasa el tiempo: la cúpula del poder está trabajando para dejar fuera de la jugada presidencial a Ricardo Monreal. Desde luego, eso será un hecho imposible ya que el zacatecano se ha ganado no sólo su lugar como aspirante a la silla presidencial, sino con méritos propios se ha convertido en un referente de la lucha democrática del país.
Es un precursor del movimiento democrático. El propio presidente López Obrador lo confirmó en Palacio Nacional, aunque también lo han hecho los resultados. Entonces, por más de qué se empeñen en tratar de orillar a que decline, lo están fortaleciendo más.
Tanta presión hace que el senador gane más y más terreno entre la militancia.
Suena paradójico, pero es así. La misma sociedad lo confirmó estos últimos días en el que le refrendaron su respaldo por la responsabilidad que asumió primero, de no asistir al mitin- porque no fue convocado al desayuno.
Ese hecho fue una clara postura de segregación del partido, pero más una muestra de congruencia de Ricardo Monreal que alzó la voz como suele hacerlo cuando hay un trasfondo de iniquidad, máxime porque se trata de un derecho legítimo de participar y levantar la mano para contender por la silla presidencial bajo el vehículo de participación de Morena.
Lo más interesante de todo éste proceso que pasó- fue que Ricardo Monreal ganó más terreno. Y lo hizo porque expuso mesura y madurez política. Además de ello, el propio descontento y la molestia que mostró gran parte de la militancia de Morena por haberle negado la posibilidad de participar en un desayuno con los demás aspirantes, pasó a la causa del zacatecano ya que consideraron un hecho desafortunado del dirigente nacional, Mario Delgado.
Hoy, ese eco sigue teniendo resonancia no sólo en la prensa nacional, sino en un grueso importante de la población civil. Y habló de militantes, simpatizantes y sociedad en general que mostraron solidaridad con Ricardo Monreal y, lo mejor de ello, ven con buenos ojos la aspiración legítima del coordinador de los senadores de Morena quien terminó fortalecido luego del saldo que arrojó el desayuno de “unidad” ya que simbólicamente estuvo allí; no pueden evitar eso- puesto que Ricardo Monreal- se ha ganado, por méritos propios, su participación en el proceso interno en un partido que él ayudó a construir.
Por ello, él es un presidenciable de Morena que ha ganado simpatías y reacciones a favor de su causa ya que le favoreció todo éste clima- al transformar la segregación- en áreas de oportunidad.
