Por Javier Lozano.
Toda la información y análisis ha girado en torno al evento de unidad que tuvo Morena el pasado domingo en el Estado de Coahuila. Para ello, hubo necesidad de convocar a todos los aspirantes a la silla presidencial sin excepción, luego del desafortunado momento al no considerar a uno de los suspirantes al EDOMEX; por ese motivo, se ganó críticas y señalamientos el dirigente nacional que, una vez que pasó ese hecho, entendió la magnitud de la división que pudo provocar ya que en Toluca llamó más la atención la ausencia que la presencia.
Por esa razón, tuvo que venir una respuesta inteligente antes de que la situación llegara a provocar una fractura interna que hubiese sido irreparable con el pasar del tiempo. Como lo mencionó el propio presidente en conferencia mañanera donde pidió que se tomara en cuenta a los referentes del partido y a todos aquellos que son aliados incondicionales de la 4T, pero que también son aspirantes a la silla presidencial.
A partir de ahí se comenzó a especular, pero también la militancia y la simpatía de Morena hizo presión. Muchos mostraron su desencanto luego de lo que pasó en Toluca. Eso marcó un antes y un después ya que fue muy evidente el grado de exclusión como ya se dijo en varios espacios de opinión.
Mario Delgado no pudo librarse de las críticas y de los señalamientos luego de ignorar a uno de los presidenciales de Morena en el desayuno de Toluca. La mayoría consideró que se trató de un acto de segregación intencional puesto que no había motivo pues hay que recordar que, la propia esencia del partido, no habla de favoritismos ni determinación de cúpulas.
Tuvo que venir la mano del Presidente López Obrador a través de su hombre de confianza en el gobierno. Fue el propio Secretario de Gobernación, Adán Augusto, el que corrigió el camino para mostrar, cómo debió ocurrir desde un principio, piso parejo en la primera línea de los presidenciales a todos los aspirantes de cara a la sucesión del 2024. Aunque a muchos no les gustó esa determinación luego de ver caras largas, tuvieron que resignarse y atender el mensaje de Palacio Nacional.
Más allá de que cada uno de los suspirantes habló y se pronunció por la unidad, hasta exigir mecanismos claros, reglas claras en igualdad de circunstancias, piso parejo, lo mismo reglas equitativas para que la gente sea la que decida, hubo una lectura completa desde el lenguaje corporal del Secretario de Gobierno que sonrió y abrazó a los dos presidenciables que estuvieron presentes y, lo mejor de ello, es que los acercó a la foto que simboliza la unidad, pero también la voluntad para encauzar las condiciones de piso parejo.
Entonces, podemos decir que, desde Palacio Nacional, se reconocen cuatro aspirantes para la sucesión presidencial ya que la respuesta del presidente fue rápida y contundente a través de su amigo el Secretario de Gobierno, justo cuando Coahuila fue el marco perfecto para refrendar y, sobre todo, reconocer oficialmente a Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal en la competencia interna.
Finalmente, el presidente sabe perfectamente que no puede prescindir de nadie y que, es muy posible, que la oposición se aglutine para pelearle a Morena la presidencia y la mayoría, tanto en el Congreso como en la Cámara de Senadores. Por eso, quiere llegar a la recta final sólido y embalado con la maquinaria aceitada, puesto que hizo saber que, para que eso pase, tiene que tener a todos los cuadros fuertes del partido.
Y justo eso pasó en Coahuila, muy probablemente por indicaciones del presidente a través de Adán Augusto, su Secretario de Gobierno y hombre de confianza. De hecho, el resultado fue muy positivo porque los presidenciables respondieron al llamado personalizado de Mario Delgado quien, ahora sí, hizo las cosas correctas al corregir el pasado.
Pero el camino es largo. A pesar de que hay voluntad, habrá que esperar que las condiciones sean equitativas para todos como aseguraron en el evento de unidad de Morena. Sería una pena que lo que pasó en Coahuila fuese una simulación; hace falta que el discurso llegue a la práctica y que, como se mencionó, haya piso parejo.
Esperemos que sí porque el presidente decidió reconocer a cuatro aspirantes en la competencia interna por la silla presidencial. Esa lectura es clara, Adán Augusto la confirmó el domingo en Coahuila después de haber generado el marco idóneo para la fotografía en la que hubo abrazos y señales de reconocimiento y respeto para 4 suspirantes de Morena que buscarán continuar con el proyecto de López Obrador.