Por Javier Lozano
Nadie puede descartar a Ricardo Monreal en la lucha presidencial con Morena. Es cierto que le ha tocado remar a contracorriente al no ser una “corcholata” favorita de Palacio Nacional, sin embargo, ha sido más elogiable llegar hasta la posición en la que está por méritos propios. Nadie le ha regalado nada. Eso es verdaderamente admirable y es doblemente satisfactorio ya que, ninguno cómo él, de los demás suspirantes presidenciables, sabe lo que significa luchar siempre contra la adversidad.
Esa propia virtud es la que ha ido posicionando por todo el país al senador Ricardo Monreal. Él sabe perfectamente que, con el apoyo de la población civil, puede lograr la candidatura de Morena. De hecho, ya dio un paso importante a su favor luego de sumar más votos a su causa una vez que terminó el evento de unidad en Coahuila.
Por ello, tras el arranque anticipado para la sucesión y los nombres de las corcholatas que destapó el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, la guerra de encuestas no se ha hecho esperar, y los llamados mencionados están más que confiados en que la bendición presidencial les será suficiente para obtener la tan anhelada candidatura morenista.
Y, por supuesto, este tema va más allá de un estudio metodológico porque la narrativa que ha hecho el senador ha sido distinta a los demás. En cambio, Claudia, Marcelo y Adán no han innovado en sus discursos y hasta se han convertido en una emulación del Presidente pues se mantienen en la promesa de continuar con el actual proyecto del gobierno federal sin abordar los temas de fondo como la crisis de inseguridad que se vive en el país, la inflación, la falta de agua y otros que no se pueden ocultar.
Eso no se puede ocultar. Sin embargo, existe una sensación real de cambio que sí lograría dar un giro a través de un auténtico proyecto de nación basado no sólo en las necesidades, sino en las propuestas que ha mencionado el senador Ricardo Monreal que ha sido congruente en el discurso y los hechos pues hace un juicio siempre consciente de los mecanismos y líneas de acción que hacen falta para rectificar acciones en la política pública del país.
Quizá eso les molesta al interior del partido o entre los propios presidenciables de Morena. Empero, el senador no tiene tapujos para hablar de los problemas que aquejan a los mexicanos y en su trabajo legislativo logró sumar a todas las fuerzas políticas para sacar adelante las reformas que han sentado las bases de la Cuarta Transformación lo que le ha ganado el respeto y simpatía de los opositores.
Esa firmeza que ha sostenido el presidente de la Junta de Coordinación Política ha permeado en toda la geografía del país; en cada rincón se siente el discurso del Senador porque, además de tener elocuencia, produce un efecto positivo en toda población civil. Por esa razón, esa narrativa rompe fronteras y ha llegado a muchos sectores que hoy siguen y acompañan la imagen del zacatecano; lo más satisfactorio de ello es que lo animan y lo motivan a seguir adelante.
Por tal motivo, que nadie se siente ganador antes de tiempo; cantar victoria anticipada puede tener un costo político muy alto, sobre todo de desgaste. Por ello, como en política nada está escrito, Ricardo Monreal podrá dar la sorpresa y ante la ausencia de un proyecto distinto entre las corcholatas, las diferencias podrán acortarse para dejarlo en un empate técnico competitivo y con amplias posibilidades de encabezar a Morena en el 2024.
A eso le está apostando el senador cuando dice que no le preocupa que el Presidente no lo menciona, porque sabe que es el mejor preparado para el cargo y que su trayectoria lo avala plenamente. Esa labor es, hoy por hoy, las credenciales del coordinador de los Senadores de Morena que ha encarado este asunto con madurez y responsabilidad más allá de las estrategias de segregación que grupos del poder han puesto en marcha.
Pero ese punto lo ha superado con inteligencia. Sabe que hay diferencia en el trato y posicionamiento que significan ventajas; sin embargo, paradójicamente eso lo ha hecho crecer más ya que ha demostrado fuerza e ímpetu para sobreponerse de cualquier adversidad.
Y con ese motivación dijo: obviamente que me gustaría mucho que el Presidente me hablara, digo, refiriera, pero no tengo problemas con eso; yo soy un hombre muy claro, he dicho cuál es mi aspiración, me asiste la razón histórica, la razón moral, tengo 25 años luchando con el Presidente y soy fundador de Morena, militante de Morena y voy a seguir en Morena luchando; porque Morena no es propiedad de nadie, Morena todos lo constituimos, millones de mexicanos votamos el 18 y ahora tenemos que continuar por esa ruta de mantener al movimiento en el Gobierno, pero para eso tenemos que cumplir nuestros compromisos. No sólo cumplir, sino mejorar las políticas públicas que en el país existen”, señaló
Finalmente, en la baraja de presidenciables de Morena él es quien más ha sobresalido. Caso contrario, los otros tres suspirantes se siguen cobijando con el manto presidencial sin saber que, ignorar los temas fundamentales, puede producir un efecto negativo y sobre todo un costo político- porque la misma población civil que es sabia en estas cuestiones- califica y sabe perfectamente que la bendición presidencial no es suficiente para la construcción de un proyecto político que pueda salir triunfante en cualquier terreno y bajo cualquier condición.
Por lo que no es descabellado pensar que Monreal podría confirmar la sabiduría popular de que “caballo que alcanza, gana”.
