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18 diciembre, 2024
PRESENCIA DE MICHOACÁN

Luchar hasta el límite de la dignidad  

 

Por Javier Lozano

Luego de lo que pasó el fin de semana alguien tenía que realizar un balance serio y no simulado que concluyera en lo que realmente aconteció, especialmente el trasfondo y el costo político que puede pagar Morena después de vivir un ejercicio desaseado desde la organización, hasta las irregularidades y la exclusión que es, en términos democráticos, una señal de la descomposición que ha costado trabajo aceptar pero que es una realidad a la vista de todos.

De hecho, las propias bases de la expresión han concluido que, el propio partido, ha perdido su esencia y su propósito de construir una estructura democrática. Un ejemplo fue lo que pasó el fin de semana donde se eligieron consejeros estatales y en el que circularon evidencias y testimonios de una serie de anomalías que sirven de muestra a pesar de que minimicen los hechos.

Y eso le preocupa al propio Senador Ricardo Monreal que es militante y simpatizante de Morena, aunque también pieza clave desde su constitución dado que echó raíces a principios de su gestación hasta los inicios de las primeras acciones, especialmente en el legislativo federal donde ha defendido las propuestas del presidente Obrador al abrir la puerta a un número importante de leyes y reformas constitucionales.

Con ese ánimo lo ven un porcentaje importantísimo de militantes y simpatizantes de Morena que respaldan su aspiración legítima dentro de Morena. De hecho, cuenta con el 14% de aprobación entre los morenistas, a pesar de que el presidente elude hablar de él y de los ataques de los seguidores de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.

Usted mismo imagine y piense en un posible escenario donde la actitud de los propios órganos internos del partido sea intentar expulsarlo. Si llegara ese punto, no hay duda que Monreal provocaría un enorme boquete interno en el partido porque una gran cantidad de militantes no tendrían problema en seguirlo a la decisión que tome.

En otras palabras, Morena perdería un porcentaje muy importante en sus estructuras que, sin duda, sería clave hasta para perder la elección del 2024. Siendo más concreto, Morena no tiene nada que festejar, “que celebrar”. No pueden decir que fue un proceso “histórico, impecable, aunque les moleste”, así lo mencionó Ricardo Monreal en entrevista.

De hecho, comentó que seguirá luchando dentro de Morena hasta el límite de su dignidad. En términos más prácticos, llegará el punto de quiebre y rompimiento cuando se consume la traición a los principios de no traicionar pues no hay que olvidar que, esa acción, ya se viene cocinando para impulsar a una de las “corcholatas” favoritas de las cúpulas del partido puesto que desde todas las perspectivas y ángulos hay una cargada que definitivamente es inocultable.

Y les molesta a los propios dirigentes cuando hacen alusión al tema pues la nomenklatura de Morena cree que, controlando, poniendo consejeros a modo va a controlar la selección de candidato, y no es así.

Excluyeron a quienes tienen base social. Muchos cuadros importantes sufrieron la punitiva estrategia de segregación del partido ya que hay casos documentados donde rasuraron y omitieron los registros. Definitivamente fue una acción desafortunada con una actitud echando andar las prácticas que tanto se han criticado desde el seno de Morena.

De hecho, el propio Ricardo Monreal dijo que le cree al presidente cuando dice que no se metió en el proceso de elección de consejeros y consejeras; pero que tal los funcionarios estatales y federales en varias entidades en donde se jugó las asambleas distritales dado que las propias evidencias hablan de una acarreo masivo y compra de votos a mansalva demostrando que, esas prácticas, sirven negativamente a pesar de ir en contra de los principios del movimiento.

 

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