El fin de la pandemia está al alcance en el mundo gracias al avance de la vacunación -que mañana se reanuda en la Ciudad de México, para menores de nueve años- y las terapias contra el Covid-19, aseguró el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus; en paralelo, un análisis de expertos en epidemiología, gobernanza y otras disciplinas, publicado en The Lancet, concluyó que en los dos primeros años de la crisis la mayoría de los gobiernos no estuvieron preparados y fueron lentos en responder, lo que contribuyó a la pérdida de más de 17.1 millones de vidas.
Es en este marco en el que en nuestro país también han regresado los eventos masivos, simbolizados la semana que termina por las fiestas patrias luego de la pausa impuesta por dos años de confinamiento y restricciones. Sin embargo, es necesario enfatizar que la emergencia aún no finaliza; justo el 15 de septiembre, la Secretaría de Salud reportó 2 mil 584 casos de coronavirus y 31 decesos, al tiempo que persisten los límites del apoyo gubernamental a sectores desprotegidos tras la etapa más difícil de la pandemia, como el de los huérfanos causados por la propia enfermedad.
Estos rezagos también son evidentes en otras áreas, como la educativa, en la que los alumnos sin acceso a tecnología resultaron los más afectados por la suspensión de clases presenciales, y la económica, en la que se observa un panorama desigual con una elevada inflación que disparó el precio de medicamentos y de consultas, así como la llegada de más empresas extranjeras al país -una tendencia llamada nearshoring o deslocalización cercana- impulsada por la tensión entre Estados Unidos y China, la guerra en Ucrania y el Covid-19.
