Por Javier Lozano
Hoy, en Zacatecas, las circunstancias sociales son distintas a las de la pasada administración, especialmente porque la situación con David Monreal ha mejorado en todos los aspectos, incluso las propias calificadoras que miden el desempeño en las entidades han expresado opiniones positivas a través de la recolección de datos que nacen- precisamente- de la población quienes son los que mejor evalúan el trabajo.
Ese proceso de consolidación y estabilidad en la gobernabilidad tardó unos meses pues fue complicado- al principio- corregir y rectificar el rumbo, sobre todo por la crisis financiera que heredó la pasada administración. Y para que eso sucediera, primero, se necesitaba voluntad, organización, responsabilidad y compromiso, aspectos que perfectamente supo canalizar el gobernador David Monreal desde que tomó protesta como titular del despacho estatal de Zacatecas.
Es cierto que hay tareas pendientes que se siguen atendiendo y que son, para el gobierno, una prioridad, especialmente porque muchos de esos quehaceres requieren tiempo para que los cambios se materialicen. De hecho, esa responsabilidad ha logrado fortalecerla pues, desde un principio, tiene el apoyo incondicional del presidente López Obrador.
Fueron muy importantes las gestiones atinadas y oportunas que hizo no solamente en la administración federal, sino con todas las instituciones que forman parte de ella. De ahí que los reputados hablen por sí solos.
Se ha mejorado y optimizado la red carretera no sólo en la rehabilitación, sino en la puesta en marcha de más obra e infraestructura de caminos en que se tomó en cuenta la necesidad apremiante, especialmente por ser vías de comunicación claves para el desarrollo.
Y lo mejor de ello ya que hablamos de desarrollo es que, hoy en día, se abrió la puerta y la posibilidad de que llegue más inversión extranjera al territorio de Zacatecas pues llegó a ser determinante la visita que tuvo el embajador de los Estados Unidos a la entidad. Se trató de una de las visitas más importantes en lo que va de la gestión de David Monreal sin quitar méritos a la del expresidente de Bolivia, Evo Morales, que por supuesto marcó un hecho sin precedentes.
Es muy claro que los aires que se respiran en Zacatecas son vientos de prosperidad y desarrollo en todas las materias y áreas de oportunidad que, el propio gobierno estatal, ha visto desde todas las perceptivas, sobre todo aquellos contextos donde la necesidad es urgente.
Algo así como lo que ocurre con las Audiencias por la Transformación que se han convertido, hasta ahora, en la nueva cultura de participación ciudadana. Ese ejercicio es, sin duda, el ejemplo más claro de cómo tomar los asuntos directos de la población pues el fin ha sido conocer, como lo mencionó David Monreal, las inquietudes de primera mano.
Y con ese ejercicio muchos de los problemas han tenido una respuesta a favor. De hecho, nos hemos dado cuenta que, en prácticamente todas las materias, se han puesto en marcha mecanismos e instrumentos que coadyuven a través de los servicios públicos un mejor trabajo.
Esos mecanismos los ha sabido aprovechar correctamente el gobierno estatal de Zacatecas. Tras su primer año de gestión mejoró el desarrollo de la educación, especialmente al hacer frente a las demandas y asuntos pendientes con el magisterio en colaboración con las dependencias de educación a nivel federal. Asimismo, se han asignado los recursos necesarios para atender el tema de la salud, obra pública, infraestructura y programas sociales sin la necesidad de endeudamiento.
Esto habla de planeación y una correcta política social que hay que reconocerle a David Monreal que resuelve, eso sí, con voluntad y responsabilidad, sobre todo porque el gobernador estuvo muy consciente del gran desafío que significó al inicio de la administración. Sin embargo, eso lo superó y, hoy en día, se vive una profunda transformación que seguirá su curso de mejora continua otros cinco años más.
