Por: Javier Lozano Gamiño.
Seguramente hubo sentimientos encontrados cuando Ricardo Monreal, aspirante presidencial de Morena, comenzó su mudanza, pues se sumará, en unos días, a la espiral de renuncias de quienes buscan la candidatura del partido guinda. Fueron prácticamente cinco años de labor ardua al frente de la coordinación de los senadores de Morena, así como de la presidencia de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta.
Durante ese lapso, Ricardo Monreal vivió de todo y jamás, en esa etapa, su liderazgo fue cuestionado. Es verdad, hubo intentonas de despojarlo de la coordinación y conspiraciones de distintas índoles. Pese a ello, el zacatecano se mantuvo firme; logró superar cualquier contratiempo y siempre se repuso de las duras estrategias en su contra. De hecho, lo hizo mostrando firmeza y carácter para construir acuerdos y consensos con todas las fuerzas políticas que integran el pleno.
Recuerdo que, durante su paso como líder, muchos intentaron poner en marcha un canal de interlocución paralelo. Incluso, algunos otros trataron de signar acuerdos con las fuerzas de oposición cuando había puntos o temas importantes para la discusión y posible aprobación de una iniciativa. La cuestión es que, prácticamente todos se acostumbraron a negociar con Monreal. Nadie, en los cinco años legislativos, logró llevar a la práctica esa eficiencia para alcanzar los objetivos, como lo hizo Ricardo Monreal.
Todas las iniciativas de reformas constitucionales o leyes de nueva creación, fueron sacadas favorablemente por Monreal. Incluso, esa labor se la reconoció el Presidente Obrador en Palacio Nacional. Y Ricardo, en ese sentido, mantuvo un control eficiente que, a la postre, llegó a otras latitudes. Concentró su poder político y su capacidad para dialogar y, en este lapso, se convirtió en el mejor operador político y aliado del mandatario federal en un poder autónomo como lo es el Senado de la República.
Tras cinco años de éxito a través de un andamiaje legislativo grande de Reformas Constitucionales, Ricardo Monreal ha cerrado un ciclo como líder de los senadores de Morena, y presidente de la Junta de Coordinación Política. Se sentirá su ausencia, de eso no hay duda. Sin embargo, las circunstancias políticas e históricas, lo han colocado en la lista oficial de aspirantes a la presidencia. Y, tras el acuerdo que firmaron de unidad, el zacatecano comenzó a mudarse, pues prepara su renuncia para los próximos días.
Dada su labor eficiente, deja un gran legado que, al final de cuentas, es una etapa que quedará grabada en los anales de la historia legislativa en México, especialmente por la importancia de las reformas constitucionales que, gracias al zacatecano, hoy en día son una realidad.
A propósito, resulta que, Ricardo Monreal presentará el viernes su solicitud de licencia y el jueves será la última sesión de la Junta de Coordinación Política que preside, también presentará su renuncia a la Coordinación del Grupo Parlamentario de Morena.
Por lo pronto ya procedió a limpiar su oficina, pues no quiere dejar pendientes y para que quien lo sustituya pueda instalarse de inmediato.
El senador Ricardo Monreal agradeció a sus compañeros senadores y a los reporteros de la fuente.
Reiteró que el próximo viernes se va a registrar ante el partido como aspirante a ocupar esta Coordinación Nacional de la Defensa para la Transformación.
Reconoció que en esas oficinas decidió participar y aceptar las reglas y avalarlas: “Lo que resulte va a ser bueno. Pero de nuestra parte nunca dejaremos de ser hombres de fe y creer en Dios, por eso mi primer evento el sábado fue: Todo el sábado visita de santuarios y agradecerle a Dios, porque esto como zacatecano y como ciudadano del DF de la Ciudad de México, me honra mucho”.
Afirmó que está contento y triste, porque deja una responsabilidad, porque va a dejar de ver a los reporteros, a los fotógrafos y camarógrafos, que son muy latosos, pero amigos y porque los medios son fundamentales para poder transmitir su pensamiento y acción.
Monreal Avila dio a conocer que va a iniciar su recorrido por el país en la Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
Reiteró que va a llegar hasta el final, pues por eso se inscribió y que de su parte no habrá ninguna declinación.
