Escribe: Javier Lozano
Ricardo Monreal, aspirante presidencial de Morena, sigue permeando en la conciencia de la sociedad. Es decir, los mensajes que dirige a la población civil, además de ser auténticos y austeros, nos adentra a una línea del tiempo de la lucha democrática del país durante un proceso coyuntural clave que echó raíces para creer que la alternancia política es posible siempre y cuando se generen las condiciones de competencia.
En 1998, Zacatecas fue un punto clave para la izquierda en nuestro país y, mediante un ejercicio de elección popular, Ricardo Monreal hizo posible, en función de su tenacidad y resistencia, ganar la gubernatura de su estado y, de paso, escribir su propia historia considerando el cómo que se llevó a cabo un proceso interno que, en ese momento, entró en un clima de movilización social que clamaba el cambio a la política de estado.
Y Ricardo Monreal, además de ser un promotor de la lucha democrática del país, es un activo clave. Incluso, el mismo presidente López Obrador ha reconocido ese espíritu que ha sido una característica de exlíder de los senadores de Morena. Él, con el apoyo popular, venció todos los obstáculos y, con una victoria contundente, ganó la gubernatura de su estado en 1998. Así, legitimó el primer gobierno de izquierda y, por esa razón, es considerado un referente de nuestro país. O sea, un arquitecto que ha respondido a los desafíos desde que se involucró en esta tarea sociopolítica, hasta convertirse en un protagonista.
La propia #Monriserie ilustró momentos claves en su natal Zacatecas. Recordó, en una etapa decisiva, que la lucha social, con el apoyo del pueblo con quienes compartió la movilización pacífica, es determinante, primero, si hay un proyecto político que atienda las necesidades de la población civil. En ese sentido, Ricardo Monreal destacó– del resto de los participantes– por la visión de transformación que encabezó y que, ahora, siguen siendo su bandera para el proceso interno de Morena, donde se definirá al coordinador de los comités de la defensa del voto para la transición que viviremos en 2024.
Mientras eso pase, Ricardo Monreal nos sigue adentrando a la ilustración visual de una línea del tiempo que, sin lugar a dudas, son claves para entender la lucha social del zacatecano, que es un ejemplo de perseverancia, resistencia y tenacidad. De hecho, posterior a la designación de la candidatura de Zacatecas, nosotros mismos- a través de la #Monriserie- fuimos testigos de los obstáculos que venció con el apoyo de todos los sectores de la población civil.
Y, con un pueblo organizado, Zacatecas se sacudió de una era dominante del PRI. De hecho, Monreal sembró la semilla que abrió paso a la incipiente lucha por la democracia del país. Es decir, es el parteaguas de los grandes cambios que, por mucho tiempo, han vivido batallas álgidas, como la que protagonizó Ricardo en 1998. Gracias a él, creció esa identidad de resistencia que, a la postre, ocupa un lugar importante en la vida pública del país.
Hoy, el mismo destino sociopolítico lo ha colocado en una etapa coyuntura decisiva para el relevo presidencial. Sabemos que el proceso no ha culminado, y qué Ricardo Monreal sigue y seguirá dando la batalla hasta el final, como la dio en su natal Zacatecas, en 1998, donde marcó un precedente importante que quedará grabado en los anales de la historia.
A propósito, sin espectaculares ni propaganda costosa, Ricardo Monreal llega nuevamente a las conciencias de miles de personas que, con ese espíritu de lucha, abrazan el proyecto de que encabeza el zacatecano que, a través de la #Monriserie, nos muestra su legado en un viaje al pasado enriquecedor.
