Por Javier Lozano
Por lo significativo del padrón electoral, y por ser cabecera de distrito, además de su historia, Apatzingán se coloca en el radar de los municipios de mayor importancia en el Estado, por lo tanto, los reflectores de la prensa apuntarán a Fanny Arreola Pichardo, candidata de Morena que, con el paso de los días, va tomando más fuerza y, con ello, posicionándose como la favorita para ganar la elección del próximo 2 de junio. Una de las razones principales es, desde luego, el liderazgo que ha ido construyendo a lo largo de muchos años. Queda claro que, hoy por hoy, ese componente es fundamental para llevar a cabo una campaña que supere toda expectativa, en particular, recorriendo cada rincón que constituye la geografía para conquistar el mayor número de votantes. Si hacemos una comparación rápida, Fanny es la candidata que más contacto con la población civil tiene. Su encomienda como diputada, lo mismo que su activismo constante, son elementos que le favorecen en el arranque de la campaña.
Considerando esa capacidad política de Fanny Arreola, veremos una campaña a la altura de las circunstancias, donde predominen las propuestas para seguir fortaleciendo las políticas públicas de la Cuarta Transformación, pero también la elocuencia y la argumentación para poder aterrizar, en su momento, el proyecto que representa desde la izquierda. Todo apunta a que será así. De hecho, la abanderada de Morena llega cobijada de muchos liderazgos claves. En cuanto al tema de la unidad, queda claro, habrá gran respaldo a pesar de la tensión que se generó por las decisiones que tomó la Comisión Nacional de Encuestas. Eso, hasta cierto punto, es normal que pase, máxime, en vísperas del arranque oficial. Lo importante, al final de cuentas, es que todos estén enfocados en una sola plataforma. Sheinbaum, por ejemplo, ha hecho un llamado al voto parejo por Morena. Inclusive, hay muchas probabilidades de que eso suceda a lo largo y ancho de Michoacán. En Apatzingán, por supuesto, no será la excepción.