Por Javier Lozano Gamiño
Así como aconteció en 2018, estamos viviendo un hecho similar. Una auténtica aplanadora pasó por encima del Frente Amplio por México. Por tratarse de una magnitud de esa naturaleza, la oposición tendrá que hacer una evaluación muy seria para enfrentar el enorme reto de ser un contrapeso real y competir. Lo que vivimos a nivel nacional, sucedió a lo largo y ancho del país. Morena se llevó la presidencia de la República, lo mismo que la mayoría de las gubernaturas que estuvieron en disputa. Y, por si eso fuese poco, fue contundente en ambas cámaras legislativas, lo que representa la puerta de acceso para realizar cambios al marco constitucional. El propio Ricardo Monreal, quien será el futuro coordinador de San Lázaro, ha dicho que habrá diálogo con todas las fuerzas políticas, pero que se privilegiarán los puntos que, desde luego, son fundamentales para el desarrollo del país.
Lo mismo pasará en Michoacán. Recordemos que, en el ejercicio que vivimos, el gran ganador fue Morena y la coalición que integran PT y PVEM. De los 24 distritos locales, la izquierda se llevó 21. Hablamos de una fuerza vigorosa que tendrá inmensa mayoría en el congreso y, desde luego, dará prioridad a la agenda legislativa común que ha puesto sobre la mesa la mayoría de los diputados electos.
Otro dato relevante fue el triunfo contundente de Morena en los ayuntamientos más importantes del estado. Se renovaron 112 alcaldías y, en su inmensa mayoría, el lopezobradorismo impuso condiciones de favorito. En Pátzcuaro, por ejemplo, todas las condiciones estaban dadas para que Julio Arreola, abanderado del PVEM, se llevará el triunfo contundente en las urnas. Y así fue: ganó el ejercicio democrático con una diferencia que no dejó duda del enorme cariño que se ha ganado a lo largo de muchos años. Se trata, por tanto, de un liderazgo que está plenamente consagrado en aquella región. De hecho, ha mantenido ese buen nivel desde que conquistó el despacho municipal en 2021, especialmente con un eficaz desempeño que, para el caso, lo llevó a figurar entre los cinco mejores alcaldes de Michoacán, de acuerdo con la evaluación que realizó Demoscopia Digital. Eso, desde luego, trajo elementos muy positivos que, evidentemente, influyeron en la lección del pasado dos de junio. Hablamos de confianza y empatía con la ciudadanía. Por cierto, Julio, de manos del consejo distrital, ya recibió su constancia que lo acredita como ganador.
Eso mismo pasó en Maravatío. Definida como uno de los triunfos más contundentes de Morena, Mario Pérez, en promedio final, rebasó al segundo lugar con una votación de dos a uno. Eso significa que, a la postre, gobernará con gran respaldo ciudadano, lo que le garantiza un grado de apoyo mucho mayor a comparación de otros municipios. Fue calificado, de hecho, como una de las victorias más sólidas de los abanderados del lopezobradorismo en el estado de Michoacán. Justamente hace unos días, a propósito, también recibió su constancia del INE como ganador de los comicios. Y lo hizo, claro está, con el respaldo de un importante número de asistentes que, en definitiva, fueron parte de su estructura a lo largo de su campaña por las colonias y localidades de Maravatío.
Eso significó un elemento fundamental que quedará para la posteridad. Él, en este momento, está comprometido con todos los sectores sociales. Es decir, gobernar para todos y, de paso, resolver temas significativos con transparencia y rendiciones de cuentas. Así será, no tengo la menor duda. Mario Pérez, de hecho, tiene mucha experiencia como servidor público que, evidentemente, servirá para aportar toda la capacidad que hay que imprimirle para mejorar la calidad de vida, especialmente en obra e infraestructura.
Otro de los municipios que apunta a tener un periodo muy productivo, es la región de tierra caliente, en específico de Apatzingán. Para empezar, Fanny Arreola llegará al despacho con una base social muy importante. Aunque, más allá de eso, la ganadora de la elección ha dicho que involucrará a todos los sectores a la participación para el comienzo de la gestión, que arrancará en uno meses más. Con esa apertura, queda claro, se augura un gobierno municipal muy flexible y plural. Además de ello, Fanny tiene mucha experiencia en representaciones como servidora pública. Eso, para tomar decisiones importantes, es fundamental en el nuevo periodo de transición que viviremos en unas semanas.
De entrada, podemos anticipar una administración plenamente unificada y preparada para enfrentar el enorme reto de seguir profundizando las políticas en Apatzingán. Desde esa perspectiva, Fanny Arreola sabe perfectamente lo que significa, especialmente, los rubros de mayor relevancia. Así lo asumirá una vez que tome protesta como alcaldesa constitucional. De hecho, durante sus recorridos territoriales planteó una serie de acciones que, en definitiva, mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos. Incluye, por supuesto, fortalecimiento a la obra e infraestructura. Desde luego, hay temas que tendrán que tener plena coordinación con las autoridades federales y estatales para conducir los programas sociales, el campo, educación y salud.
Desde esa perspectiva, será muy interesante seguir de cerca los municipios de los que hablamos. Todos ellos, por cierto, tienen un común denominador por ser cabeceras distritales. O sea, hablamos de puntos muy importantes que nos obliga a tener muy presentes por su relevancia en la geografía estatal. Todos ellos, en su gran mayoría, tuvieron el respaldo irrestricto del pueblo. De hecho, así han asumido ese compromiso que, evidentemente, se traducirá en una política social muy productiva en Pátzcuaro, Maravatío y Apatzingán.
