Escribe: Javier Lozano
Después del ejercicio electoral que vivimos, evidentemente, viene un proceso de planeación y organización de cara a los nuevos gobiernos que tomarán protesta en unas semanas más. De igual forma, se pondrán en marcha las acciones y el quehacer administrativo para operar la gobernabilidad de un municipio. Como sabemos, son 112 alcaldías las que iniciarán actividades a partir del primero de septiembre. Siendo así, hablamos de un trabajo conjunto que dará vida orgánica a los servicios públicos que ofrecerá cada uno de los ayuntamientos a lo largo y ancho del territorio. En Michoacán, por ejemplo, la abrumadora victoria que tuvo Morena en las urnas abrió la puerta para concretar el proyecto nacional de izquierda que, indudablemente, le tocará encabezar a Claudia Sheinbaum, presidente electa de México.
Recién electos— una cantidad importante de alcaldes en Michoacán— las expectativas comienzan a generarse en vísperas del comienzo. Una de ellas, por supuesto, es el municipio de Maravatío. De hecho, fue uno de los triunfos más contundentes del movimiento de izquierda en la entidad. En calidad de ganador del ejercicio democrático del pasado dos de junio, Mario Pérez, en este preciso momento, ha comenzado los trabajos estratégicos de cara al arranque. En principio, hay canales de comunicación para dirigir una transición de la mejor forma posible. Mientras los días avanzan, en efecto, hay plena coordinación para la entrega recepción. Además de ello, se recolectan ideas para ir enriqueciendo el programa, precisamente a través del trabajo que el edil electo ha puesto en marcha.
El trabajo previo de Mario Pérez, en efecto, está facilitando un inicio con grandes expectativas para Maravatío. Él, recordemos, llegará con gran respaldo popular. Es decir, fue legitimado en las urnas por la inmensa mayoría, lo que le permite atender su responsabilidad próxima con una base de confianza sólida. Además de ello, queda claro, arribará al despacho con un andamiaje de claridades de lo qué hay que priorizar, producto del quehacer arduo que, años atrás, realizó a lo largo y ancho del municipio. Eso, evidentemente, lo hizo merecedor del apoyo y el cariño que ganó a pulso. De hecho, eso se ratificó en la toma de decisiones del pasado dos de junio. Fue, ni más ni menos, una victoria contundente que, como dijimos, le abre la puerta a uno de los territorios más importantes del estado de Michoacán.
Maravatío, sin lugar a dudas, será punta de lanza de la transformación. Estoy convencido de que Mario Pérez, joven político de este municipio, tiene la capacidad y las virtudes que se necesitan imprimir para avanzar al progreso. De igual forma, el ganador de los comicios nos ha demostrado que sabe construir acuerdos en aras de manufacturar una agenda común a través de ese interés social que existe. Para tal efecto, designará a los perfiles idóneos para encabezar cada una las secretarías que constituyen la administración municipal. Hoy, a poco más de un mes para tomar protesta, Mario sigue trabajando arduamente en cada uno de los componentes cruciales. Y no solamente se organiza, también planea la ruta de quehaceres. Este diseño, por cierto, ha generado grandes expectativas, sobre todo porque se trata del relevo generacional que tanto ha insistido el presidente López Obrador.
O sea que, con el triunfo de Morena en Maravatío, se abrirá una nueva era en la administración pública. Hablamos de tres años de quehacer en lo que, evidentemente, se ha presentado toda esa capacidad política que ha ido adquiriendo Mario Pérez a lo largo de estos años.