Por Javier Lozano.
Se han cumplido 8 meses de quehaceres, tiempo suficiente para realizar un balance más preciso del trabajo que se está realizando en los Ayuntamientos, específicamente por las acciones que se han concretado por el compromiso que se signó con el pueblo sin condicionantes. La única responsabilidad, queda claro, es organizarse para asumir el mandato popular que, con gran intensidad, se manifestó el pasado dos de junio en las urnas. En Maravatío, por ejemplo, la respuesta inmediata de las autoridades locales, ante las situaciones que aquejan a la ciudadanía, han tenido una reacción positiva en los mismos espacios de participación que ha generado el mismo Mario Pérez. Él, a nuestro juicio, es uno de los alcaldes que ha mostrado mayor interés por transformar la política pública, actuando y realizando obras e infraestructura de gran impacto.
En ese cúmulo de acciones que se han inaugurado, el mismo Mario Pérez, con ese compromiso, irá anunciando paulatinamente otros proyectos que hay en mente. Nos cuentan que, en ese sentido, se tiene previsto continuar mejorando la rehabilitación de caminos para tener acceso a las localidades. De igual forma, el propio presidente municipal, con su presencia, ha ido asegurando que las obras sigan su curso. Eso, propiamente dicho, podemos aludir al proyecto de transformación que se planteó desde el comienzo de esta nueva administración. Se ha precisado, por ejemplo, que todas las acciones que se han entregado cuentan con las normas de calidad, especialmente de un diseño que fue planeado mucho antes de tomar protesta.
En este mismo espacio de opinión, una y otra vez, comentamos ese proceso de planeación que estaba llevando a cabo el ahora presidente municipal de Maravatío. Eso, como tal, le ha permitido marcar la enorme diferencia porque la clave, sobra decir, precisamente estuvo en armar un proyecto integral que albergará las demandas ciudadanas, sobre todo para los sectores que viven en situación de mayor vulnerabilidad. En ese sentido, queda claro, hay principal acento porque se ha fortalecido la coordinación con las autoridades federales para multiplicar los programas de asistencia y apoyo. Esto, justo en el mayor apogeo de una administración que encabeza Mario Pérez, sale a flote, específicamente las cuentas que han ido entregando a una sociedad que, en pocas palabras, ha sido integrada pese a cualquier militancia o simpatía partidista.
Y un gobierno municipal que trabaja sin distinciones, sobresale en su quehacer. Es, como el título de esta columna, un trabajo diferente que se ajusta a las necesidades del grueso de la población. El propio Mario Pérez, a ocho meses de haber iniciado, nos ha demostrado de la capacidad de gestión que tiene, lo mismo la eficiencia que ha logrado para tender puentes de interlocución que, a la postre, han ido aterrizando en recurso extraordinario que ha sido ejercido para solucionar muchos rubros trascendentales de salud, educación, campo, obra e infraestructura. Me refiero a los que se han ido concretando y, que, para fortuna, hemos podido verificar, en especial cuando han pasado ocho meses de quehaceres arduos que pintan para superar cualquier expectativa que se haya depositado. Pérez ha logrado resolver y, por ende, cumple a cabalidad lo que prometió desde los tiempos de campaña.
Al mismo tiempo, el manejo de los recursos es otro de los ejercicios que mayor transparencia tienen. Sea cual sea el proyecto, el dinero que se ha movilizado se ha ido aprovechando al máximo porque hay, en definitiva, un andamiaje de proyectos que fueron previamente diseñados. Ese mérito hay que dárselo a Mario Pérez, que siempre vela por el interés colectivo, lo mismo que su cultura y sus tradiciones. La situación es clara: El presidente municipal, en esa recomendación que ha realizado Claudia Sheinbaum, es más territorio que escritorio. Eso, desde luego, lo hace un Ayuntamiento distinto que, como tal, tiene un alto índice de aprobación de la mayoría de la sociedad que ve con buenos ojos su quehacer.
