* Docente da a conocer crudo testimonio del abuso del poder en esta institución
* Ha incurrido en innumerables ocasiones en abuso de poder, en hostigamiento y acoso laboral. Sobre esas bases, quiere legitimar un Sindicato que está condenado a hacer lo que a ella se le antoje”, lamentó la docente
Con un testimonio bastante crudo de lo que es el abuso del poder, una trabajadora del Telebachillerato Michoacán narró ante este medio la manera en que la Directora General, Cristina Portillo Ayala, los obliga a adherirse al sindicato que prácticamente encabeza, el cual maneja con objetivos meramente políticos, haciendo caso omiso de las verdaderas necesidades de este subsistema.
La trabajadora, quien eligió omitir sus datos generales por temor a las represalias que pudiera sufrir, explicó detenidamente la forma en la que la Directora General opera en favor de un Sindicato, obligando a los profesores sumarse, esto con fines meramente electorales, sin importarle de verdad que haya mejoras laborales para los trabajadores.
Visiblemente nerviosa, la docente explicó: “Primero nos llama y nos pide que nos cambiemos de Sindicato. Se dirige a nosotros con suma amabilidad. Hasta se muestra cordial. Nos ofrece cambios de adscripción. Nos ofrece que nos va a cambiar a donde nos convenga más. Sin embargo, cuando se percata de que no accedemos, procede a amenazarnos con cambiarnos a lugares peligrosos o lugares a donde no nos queremos mover. No sabe aceptar un no como respuesta. Así es como acabamos accediendo a formar parte del Sindicato que sólo hace lo que ella dice”.
Hace unos días, el líder del Sindicato Independiente de Profesionistas del Telebachillerato Michoacán, Armando Simón Herrejón, salió en varios medios de comunicación asegurando que “están a punto” de conseguir la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, pues han “sumado” a muchísimos integrantes a su gremio.
Cabe recordar que, legalmente, la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, actualmente, está en manos del otro sindicato que hace vida al interior de ese subsistema, el Sindicato Único de Trabajadores del Telebachillerato Michoacán.
Es por eso que el SIPTEM ha comenzado la batalla legal para lograr la titularidad, por lo cual han operado de maneras poco éticas para afiliar trabajadores a su gremio.
“Dice que cada vez son más. Lo que no dijo es la manera en la que están forzando y obligando a los trabajadores a sumarse a ese Sindicato, apoyados directamente por la directora general, que al hacerlo incurre claramente en un delito”, declaró la profesora.
“Muchos profesores que se han negado a cambiarse a su Sindicato, la directora los ha mandado a centros de más difícil acceso, esto a pesar de que, con su antigüedad, se han ganado a pulso los lugares donde ya estaban. También ha trabajado, en complicidad con los supervisores, para encontrar cualquier pretexto en la labor de los docentes para levantarles faltas administrativas. Ha incurrido en innumerables ocasiones en abuso de poder, en hostigamiento y acoso laboral. Sobre esas bases, quiere legitimar un Sindicato que está condenado a hacer lo que a ella se le antoje”, lamentó la docente.
Declaró que ella tiene hijos que alimentar, y ya una vida hecha en la comunidad en la que se encuentra, por lo que, aunque no está de acuerdo con esta situación, ha decidido acceder ante esta fuerte presión que sufre por parte de la directora Cristina Portillo Ayala.
“Aunque es una injusticia, a muchos no nos queda más que acceder. No nos queda más que aguantarnos. Pero creo que es justo que se sepa la manera tan turbia en la que se está operando desde la dirección general en el Telebachillerato Michoacán.”, dijo la profesora.
La trabajadora confió en que, a través de este testimonio, autoridades estatales se percaten de lo que está sucediendo y de inmediato tome cartas en el asunto: “Quiero suponer que las autoridades desconocen esto, por eso, aunque con miedo, lo hago público. Ya que, si estuvieran enteradas, se estarían convirtiendo en cómplices de estas atrocidades. Ojalá que de verdad se tomen cartas en el asunto”.
Temblorosa y al borde del llanto, la trabajadora concluyó: “En mi caso, soy madre soltera. Yo sola saco a mis hijos adelante y lo único que pido es que me dejen trabajar en paz. Es una lástima que esta presión, que este acoso, provenga directamente de otra mujer, que en lugar de usar su poder e influencia para apoyarnos, a muchas nos tiene en situaciones donde estamos preocupadas y llenas de temor por el tema laboral. No se vale, de verdad”.