-Anunció que presentará ante el Pleno del Legislativo, la iniciativa para crear la Ley de Fomento a la Agricultura Familiar Rural y la Seguridad Alimentaria del Estado
La agricultura familiar en un actor estratégico para lograr la seguridad y soberanía alimentaria y nutricional, así como para impulsar el desarrollo rural sostenible en nuestro país, subrayó la diputada Julieta Gallardo Mora, integrante de la Comisión de Desarrollo Rural de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
Frente a ello, la también vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara anunció que presentará ante el Pleno del Legislativo, la iniciativa para crear la Ley de Fomento a la Agricultura Familiar Rural y la Seguridad Alimentaria del Estado.
“Se debe tomar con seriedad la situación que priva en el campo, es indispensable y urgente que se precise un viraje en la política pública instrumentada, de manera que exista un blindaje real para los productores”.
La diputada por el Distrito de Puruándiro refirió que la paradoja que enfrentan nuestros productores y productoras rurales es que siendo ellos quienes cultivan los alimentos y por ese hecho quienes ayudan a combatir el hambre y la pobreza, son también quienes enfrentan mayor pobreza e inseguridad alimentaria.
“Los principales agentes para combatir el hambre son quienes la sufren en más alto grado de intensidad y de múltiples maneras”, subrayó.
Por ello, la integrante de la Representación Parlamentaria recalcó que el apoyo al campo es también un asunto de justicia social, establecer que la agricultura familiar es un tema principal es contribuir en ese sentido porque el tema del campo contiene en sí mismo una problemática que debe ser revisado desde muchos ángulos y yo diría que se enmarca en un debate más amplio.
“Es el gobierno el responsable de dirigir y coordinar la acción colectiva para combatir los rezagos, la exclusión y la desigualdad; más aún en un Michoacán donde la mayoría de la población rural depende económicamente de la agricultura para su subsistencia, y una alta proporción trabaja en pequeñas unidades familiares, basándose en mano de obra familiar, tanto de hombres como mujeres”.
En ese sentido subrayó que la agricultura familiar puede considerarse como piedra angular en la erradicación del hambre, ya que constituye un mecanismo de mejoramiento de las condiciones nutricionales, socioculturales y económicas de los pueblos, principalmente los pertenecientes a las zonas rurales, además de que también es un proceso de dignificación de nuestros pueblos, principalmente los indígenas y rurales.