El Instituto encargado de la organización de las elecciones en el país debe ser cercano al pueblo y sobre todo debe estar dirigido bajo una política de austeridad en todos los aspectos. Ya basta de tener un INE que malgasta en salarios altos para tener funcionarios con lujos y privilegios.
“El pueblo requiere de un INE cercano, que comparta sus mismas preocupaciones y no una clase política lejana que se transporte en carros de lujo y se quede a dormir en hoteles caros con cargo al erario. Ya le llegó la hora al INE de estar cerca de los mexicanos, como nunca”, expresó Juan Pablo Celis, dirigente estatal del partido guinda.
Mencionó que para nada es casualidad que la clase alta del país –en una claro ejercicio de su libertad– haya salido a manifestarse para mantener el estado de las cosas.
Dijo que en estos tiempos, sin duda, el INE deberá de inscribirse en el nuevo contexto social y en una política de evitar el malgasto de recursos públicos de todos los mexicanos. No puede actuar como una clase social indiferente a las necesidades de la población. El Instituto tiene que sujetarse a los principios de austeridad y garantizar la certeza en los resultados.
Uno de los principios de austeridad y la lucha contra el dispendio está en la conformación de un Sistema Nacional Electoral en el que se concentren la realización de los comicios locales y federales.
“Tenemos un INE en cada estado cuando lo que se necesita es armonizar el trabajo, aprovechar las bases de datos y la experiencia y la confianza que aportan los propios ciudadanos para hacer el conteo”, apuntó.
La serie de reformas indicadas desde Palacio Nacional por decreto se vieron paralizadas en la Suprema Corte de Justicia de Nación luego de que el ministro instructor Javier Laynez Potisek admitió la demanda de controversia constitucional que interpuso el Instituto Nacional Electoral (INE).
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que el funcionario de la Corte se extralimitó en sus funciones al paralizar el decreto presidencial y, en caso de paralizar el Plan B, se echará a andar el Plan C, que consiste en votar en contra del bloque conservador, el PRIAN y sus aliados.
El ministro del máximo tribunal concedió la suspensión solicitada por el INE respecto de todos los artículos impugnados del decreto presidencial para efecto de que “las cosas se mantengan en el estado en el que hoy se encuentran y rijan las disposiciones vigentes antes de la respectiva reforma”, se lee en el comunicado de la Corte.
“El Plan B tiene que seguir adelante porque es una necesidad y una exigencia ciudadana. México no puede mantener a una clase política a costa de las elecciones y en defensa de los intereses de la oligarquía. Es momento de que el INE sea del pueblo”, sentenció Celis.
