Por Javier Lozano.
Ha comenzado la cuenta regresiva para que los ayuntamientos electos, con el respaldo del voto popular, tomen protesta dentro de unas semanas más. Para ser exactos, será el primero de septiembre, fecha que está contemplada para comenzar una nueva etapa a lo largo y ancho del territorio de Michoacán. Recordemos que, en su inmensa mayoría, Morena dominó las elecciones del pasado 2 de junio. Siendo así, queda claro, la responsabilidad es mayúscula, contemplando que la izquierda conservó la Presidencia de la República. De igual forma, es cuestión de días para que el Instituto Nacional Electoral, a través de un resolutivo, divulgue el resultado final de las posiciones que, de manera proporcional, el partido guinda conquistó en las cinco circunscripciones. De acuerdo con los cálculos, serán 248 diputaciones las que conformarán la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro.
A nivel nacional, de la misma forma, Morena contará con gran dominio en los Congresos locales. Michoacán, por ejemplo, tendrá una fuerza dominante para concretar las iniciativas que, evidentemente, son prioridades del ahora presidente López Obrador. Además de ello, el lopezobradorismo hará valer su triunfo abrumador en cada uno de los municipios. De hecho, mucho se habla de ello, especialmente aquellos que, por su importancia geográfica, acaparan los reflectores de la opinión pública. En Apatzingán, por ejemplo, Fanny Arreola, con un triunfo contundente en las urnas, aprovecha el tiempo al máximo para planear, diseñar y organizar el arranque de la administración. Por lo pronto, sigue recorriendo colonias y comunidades rurales en agradecimiento al respaldo y, a su vez, recolecta la percepción ciudadana, sobre todo en situaciones que aquejan a la población.
Es, por así decirlo, la previa del arranque o, mejor dicho, la edificación de los cimientos del proceso de transformación que ha trazado para los próximos tres años de gobierno municipal. Y si, con un resultado contundente como el que obtuvo en el pasado proceso, constituye una certeza para poder gobernar con gran respaldo social. De hecho, ese diálogo constante con la población civil, además de servir de enlace directo con ellos, ha marcado la pauta para recolectar algunas inquietudes. Entonces, eso abrió la posibilidad, una vez integrada la administración, para poder aterrizar proyectos de obra e infraestructura. Esa concepción, de hecho, ha sido el común denominador de los encuentros recurrentes que ha tenido en localidades y colonias. El propósito, queda claro, será atender en la medida de las posibilidades cada una de las demandas que han acaparado la atención en los recorridos de agradecimiento, especialmente de los sectores más vulnerables de la sociedad que, en su inmensa mayoría, viven en puntos donde la atención resulta inmediata.
Dado el compromiso que adquirió Fanny en tiempos de campaña, y ante los principios esenciales del proyecto de transformación que representa, los vientos soplan a favor del municipio de Apatzingán. De hecho, la misma alcaldesa electa, en reuniones previas, ha tocado el tema con las autoridades estatales y federales para que, en su momento, la gestión y la capacidad de buscar recursos extraordinarios para cubrir la necesidad social, constituyan parte de los elementos cruciales que se reconoce en esta etapa previa. En este instante, en efecto, ese panorama luce muy prometedor, sobre todo porque estamos a unos días de que la nueva administración oficialice el arranque del mandato para el que fue electo en el ejercicio democrático del pasado dos de junio.
Tengamos en cuenta que, gracias a ello, las condiciones son idóneas para gobernar con una enorme legitimidad. Será, además de ello, tiempos claves para qué la obra e infraestructura tengan una inversión histórica. Fanny Arreola, por ejemplo, ha tenido reuniones con el titular del despacho estatal en Michoacán, lo que asegura que habrá comunicación constante y, lo mejor de todo, existe voluntad para que Apatzingán siga caminando en aras de la transformación social. De hecho, hacía mucho tiempo que no había tantas expectativas por el arranque oficial de la nueva administración. Eso se puede confirmar, sin lugar a dudas, en las asambleas vecinales y, desde luego, en cada una de las comunidades a las que Arreola Pichardo asiste para dar seguimiento a las solicitudes que, a la postre, encontrarán áreas de oportunidad, pues con la promesa de construir el segundo piso de la 4T, Fanny muy pronto tomará protesta. Será el primero de septiembre, fecha que reciba el nombramiento oficial como alcaldesa.
En sencillo: Fanny Arreola, como ha demostrado en los últimos días, va por la transformación social de Apatzingán. Hablamos de movilidad, educación, salud, campo, obra e infraestructura, sin dejar de lado la importancia del deporte y la cultura.