Por Javier Lozano
Tal y como se esperaba se formó un clima intenso en relación al proceso de análisis de modificación con el fin de extender el plazo de marzo del 2024 a marzo del 2028 para que las Fuerzas Armadas realicen labores de seguridad pública en el país. De hecho, era el momento perfecto para que la oposición mostrará mayor nivel de debate, sin embargo, algo semejante pasó a la sesión anterior en que, solamente, promovieron una narrativa vociferante quizá para propiciar un choque que dividiera la votación.
Intentaron, pero predominó el oficio político ya que hubo tiempo suficiente para operar el tópico con los grupos de oposición que empujaron la minuta con Morena. Y lo realizaron de forma precisa porque fueron capaces de convencer, especialmente por el tema apremiante de buscar mecanismos constitucionales para el fortalecimiento de las instituciones de seguridad pública.
Caso contrario, la oposición salió con un pobre discurso dejando, como comentamos anteriormente, una coyuntura adecuada para trascender como un contrapeso fuerte que sigue sin entender que, desde hace muchos años, no tiene esa fuerza suficiente para dar ese paso sólido, cosa que debería preocuparles porque tendrán que encarar elecciones en Coahuila y Estado de México.
A estas alturas continúan políticamente derrotados, sobre todo porque no han podido penetrar en los temas de la agenda pública. Le siguen apostando a la hostilidad con intentos fracasados. Desde hace tiempo no vemos un Bloque altamente competitivo desde la oposición.
Esos testimonios de decaimiento buscaron tumbar la minuta, pero dominó la coherencia porque más allá de que se polarizó el tema, los mecanismos constitucionales fueron razón suficiente para votar en conciencia, sobre todo la fracción de Morena que cerró filas con el presidente Obrador llevando el compromiso hasta el pleno de la tribuna senatorial.
Y eso fue producto de los buenos oficios de Ricardo Monreal siendo la pieza clave del proceso de aprobación. De hecho, esas habilidades se notaron desde los días previos de los trabajos en las comisiones porque asumió- con mucha responsabilidad- la tarea cuidando cada uno de los aspectos con absoluta madurez. Dentro de esa labor, la operación política fue todo un éxito ya que tiene, como en estos cuatro años de ejercicio pasado, ése sello que ha llevado a óptimos resultados en el legislativo con un número importante de Reformas Constitucionales que apoyó y empujó Morena bajo el timón de Monreal.
Hoy aquel momento clave en que Monreal solicitó suspender el primer intento está rindiendo frutos pues recordemos que, el pasado 21 de septiembre, el Pleno del Senado suspendió la discusión y regresó a las comisiones, el dictamen que planteó modificar el primer párrafo y adiciona el párrafo tercero y cuarto del Artículo Quinto Transitorio del Decreto que creó la Guardia Nacional, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de marzo de 2019.
Ese fue el punto clave; se entiende de esa forma o, más bien, es la clara lectura cuando se optó por dar un respiro que, hoy en día, se traduce en resultados positivos a favor de la modificación al marco constitucional. Mucho tiene que ver con esa estrategia en el momento más preciso pues, al final de todo, significó el hito para poder conseguir los votos que constituyen la mayoría calificada.
Como se esperaba, Ricardo Monreal entrega nuevamente buenos resultados, eso sí, exigió trabajo arduo y esfuerzos mayúsculos de negociación, especialmente por los cambios que experimentó la minuta. Sin embargo, se impuso el poder político del zacatecano que, con esto, fortalece su aspiración legítima para buscar la silla presidencial con Morena no solamente por lo que ocurrió ayer cuando sacó adelante el proyecto, sino que históricamente se ha ganado un lugar en el mapa de los presidenciables pues cuenta, desde hace muchos años, con esas características indispensables de competencia.
Por cierto, con 87 votos a favor, 40 en contra y cero abstenciones, queda aprobada la Reforma artículo quinto transitorio.
