- Con el altar sagrado de Ánimeecheri Kéjtsïtakua, y música tradicional michoacana
La cosmovisión y tradición de comunidades originarias de Michoacán se conjugaron en la ofrenda a las ánimas Ánimeecheri Kéjtsïtakua, que instaló la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) que encabeza Tamara Sosa Alanís, en el Complejo Cultural Los Pinos, como parte del festival de Día de Muertos.
En presencia de la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, y cientos de visitantes, se pudieron apreciar en la representación de la práctica ceremonial del pueblo purépecha las flores de cempasúchil, el pan en forma de humano, figuras de azúcar, así como frutas, entre ellas plátano, mandarina, naranja y guayaba.
También los candeleros, copalero y servilletas bordadas que integran tradicionalmente esta ofrenda, y que se traslada al camposanto para compartir los alimentos y frutos de la tierra, conviviendo así con la vida y la muerte en una ceremonia de fe.
Las y los visitantes pudieron conocer y disfrutar de la colorida jornada de presentaciones musicales y dancísticas de la Meseta Purépecha con el conjunto de cuerdas Erani, quien pintó con sus melodías los paisajes de la Cañada de los Once Pueblos, la zona Lacustre y la Ciénega de Zacapu.
La Tierra Caliente estuvo representada por Los Carácuaros y sus sones y jarabes al estilo popular que pusieron a bailar a la audiencia, para luego abrir paso al taconeo de los Kúrpites de Angahuan, y las Semblanzas de mi Tierra, a cargo de la agrupación Tata K’eri, un viaje dancístico de alegría y nostalgia por las sierras valles y lagos de Michoacán, de las comunidades de purépecha y de los pueblos terracalentanos.
El Coro de Santa Fe de la Laguna cerró con broche de oro con interpretaciones en lengua originaria, dedicadas a personajes como Vasco de Quiroga, fiel defensor de los derechos humanos de las comunidades purépecha.