El pasado 30 de diciembre, Buenavista fue testigo del apoteótico final de la Feria de Limón. La gente emergió de cada uno de los rincones del municipio y convergió sobre la cancha de fútbol donde no cabía ni un alma más. Desde el escenario se podía comprobar que el lugar se convirtió en un gran salón de baile. Los responsables de la euforia colectiva resultaron ser La Sonora Dinamita y La Banda de Los Cadetes de Linares.
Desde temprana hora de la tarde se auguró el éxito rotundo del evento, con la presencia del grupo folclórico Ave Fénix, quien el pasado octubre puso muy el alto el nombre de México en las ciudades peruanas de Lima y Cuzco, donde tuvieron sendas presentaciones. El presidente municipal de Buenavista, Sergio Báez Torres, se los agradeció y les reconoció la gran labor cultural que han realizado a favor del municipio. Incluso se dio tiempo de agradecer al patronato y a cada uno de las personas que hicieron posible la Feria.
Ave Fénix presentó bailables de Nayarit y Baja California que encantaron al público. Los bailarines estuvieron inspirados en esa penúltima noche del 2022, cada pieza que ejecutaron lo hicieron a la perfección. Al final su esfuerzo lo reconoció el púbico y las autoridades. Así cerraron con broche de oro el año.
Mientras tanto, al otro lado de la Unidad Deportiva arribaron oleadas de personas que querían ser parte del gran evento, la algarabía estalló cuando apareció La Sonora Dinamita, literalmente se comieron el escenario, desbordaron energía y talento hasta convertirse en el alma de Feria de Limón, la cual brillo al infinito con cada melodía que ejecutaron, un deleite escucharlos. De igual manera sucedió con la banda de Los Cadetes de Linares quienes entregaron lo mejor de ellos sin reserva alguna.
El clímax llegó cuando prendieron el castillo, el cielo se pintó de rojo, luego de verde intercalándose con el dorado. Hubo gritos de euforia de grandes y chicos, nadie quiso perderse detalles y lo grabó para la inmortalidad en sus celulares. En las mesas los esposos, novios, amigos, platicaban sobre sus planes a futuro, los niños y jóvenes buscaron y encontraron la manera de divertirse. A cada paso que uno daba uno se encontraba con algún conocido. Los meseros no se dieron abasto con su trabajo en toda la noche hasta muy entrada la madrugada, cuando todo concluyó y de esta manera inició la cuenta regresiva para la próxima Feria del Limón. Bien hecho Buenavista, hasta la próxima edición.