Por: Javier Lozano.
Apatzingán, Mich.- Erika Magali González Navarro ha sido, desde el inicio de su carrera política, una mujer de destacadas convicciones, con grandes valores que son el signo o más bien, el sello del éxito en más de veinte años ininterrumpidos de trayectoria en el quehacer social a través de diferentes trincheras.
Dado que las grandes conquistas se escriben con letras de oro, busqué la narrativa de Erika Magali para adentrarnos en la biografía de una mujer que ha marcado la pauta con una identidad propia. De hecho, su personalidad tiene un carisma especial, no obstante, cuando es necesario sacar el carácter hay evidencia de los valores intrínsecos que posee.
Y es realmente impresionante la forma de cómo ha conducido su carrera. Desde hace 22 años probó su capacidad en calidad de jefa de comunicación del municipio de Apatzingán en el ayuntamiento; asimismo, en un período largo de diez años llevó las riendas del Sindicato 20 de Noviembre.
Aunque, evidentemente, el hecho más significativo dada la importancia de la vida pública del Estado y del país históricamente, formó parte de la corriente democrática en la que, por convicción, definió su postura.
Por ello, en ese marco que construimos de intercambio de posturas, pude constatar las virtudes y las capacidades de González Navarro. Además de conocer o efectuar una reflexión retrospectiva de una carrera exitosa, conocí a grandes rasgos los proyectos a futuro.
Otra de esas características es, sin lugar a dudas, que nunca quita el dedo del renglón; tiene la esperanza que, con la llegada de Alfredo Ramírez al despacho del Ejecutivo estatal, las áreas de oportunidad mejoren.
Por cierto, con el gobernador actual tiene una relación de trabajo y amistad que data desde el 2010 cuando Alfredo Ramírez fungió como titular del ICATMI. Con esa premisa, hay puentes de interlocución que pueden ser, a corto plazo, un aliciente para presentar un espiral numeroso de proyectos que ha emprendido durante toda su carrera administrativa, política y social.
Y si sumamos que, hay coincidencias en la visión con el gobernador, los puentes de comunicación son, evidentemente, una puerta de acceso para buscar canalizar mejores oportunidades para aterrizar cambios provechosos y sustanciales.
En ese esquema, también, hay un programa para buscar oportunidades para todas aquellas personas que, con capacidad de conocimiento, buscan adentrarse en el mundo laboral.
Quizá, eso, es una de esas acciones más visibles considerando que, entre su activismo, cuenta con una enorme columna vertebral de relación con cerca de 50 comités de mujeres emprendedoras que no podemos soslayar porque, gracias a las gestiones de Magali González, la perspectiva de género alcanzó un punto medular en su compromiso al asumir un rol preponderante.
Así, Erika se ha podido sumar a la causa con consecuencias positivas. En esa trayectoria, hay un antecedente grande de logros y conquistas que han impactado, en gran medida, entre la sociedad de la región de Tierra Caliente.
Otro elemento sustancial es, sin lugar a dudas, un grupo multidisciplinario que ha dedicado gran parte de su tiempo en atender las demandas de la sociedad en situaciones de vulnerabilidad lo que propicia, en los hechos, un incentivo para mejorar la calidad de vida.
Por esa razón, y siendo que los mecanismos del gobierno han canalizado el potencial en distintas áreas de oportunidad, se espera un efecto positivo cuando exista la coyuntura de un diseño que ha considerado, a grandes rasgos, ayudar a quienes más lo necesitan.
Esa responsabilidad social es, por mucho, otra de las virtudes de la estudiante de derecho.
Por esa razón, su desempeño no solo se sujeta a lo político o, en términos de gestión, a buscar capitalizar mejores condiciones, sino que aporta cuando abre el compás en distintas acciones públicas. Además de construir proyectos que han sido parte de su plataforma, es una mujer proactiva en otras tareas.
Funge como activista en regiones vulnerables donde predomina la violencia contra la mujer. Quizá esa acción fue, sin lugar a dudas, la que más sobresalió de una charla larga que se postergó por más de tres horas.
A partir de que se abrió el análisis de ese tema, le comenté el gran sentido de responsabilidad que tiene con estos puntos claves para alcanzar, en un futuro, un punto de equilibrio en muchas partes del país que, desafortunadamente, padecen la desigualdad social.
Justamente al considerar muy provechosa la plática, quise plasmar la narrativa de una mujer que se mueve, en gran medida, gracias a las virtudes, aunque también, al humanismo que adopta gracias a la cultura del esfuerzo como parte de su personalidad.
Por cierto, le sobra tiempo para todo; quizá esa organización sea, de igual forma, una de las claves de su éxito. Es ama de casa, esposa, mamá de tres hijas, activista política y luchadora social. Todo un esquema integral. Vaya, impresionante.