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18 diciembre, 2024
PRESENCIA DE MICHOACÁN

MONREAL FORTALECIDO EN UNIDAD CON EL SENADO

 

Por Javier Lozano

La organización y planeación que puso en marcha la coordinación de Morena en el senado es un ejemplo de cómo poner en práctica los ejercicios democráticos para tomar decisiones en torno al futuro de la Mesa Directiva de la Cámara Alta, y por supuesto de los actores que asumirán la responsabilidad de encabezar una tribuna tan importante como la presidencia.

Todo se definió mediante votación directa y cerrada en las urnas para posteriormente dar lectura a los resultados finales. Respecto a ese proceso previo, todavía en la mañana de ayer trataron de buscar alguna alternativa para llegar a un acuerdo.

De hecho, Gabriel García y José Narro, cerraron filas con Higinio Martínez que resultó ser la propuesta de la llamada “ala dura”; sin embargo, el futuro político estuvo cantado porque Alejandro Armenta captó el respaldo del bloque mayoritario de Senadores que ratificaron esa acción en las urnas.

Efectivamente, en unidad y con el acompañamiento de los grupos parlamentarios aliados, Morena en el Senado se decantó por Alejandro Armenta para presidir la Mesa Directiva; así como por Ana Lilia Rivera, para la vicepresidencia.

Lo que resultó muy interesante fue el propio clima que se formó en la previa del proceso de elección porque era vista, desde todos los ángulos, como una disputa interna de dos bloques en una misma fracción. Un aspecto es que, la mayoría respaldan las propuestas que ha encaminado Morena en la Cámara Alta, y otro muy distinto es la disidencia de un grupo minoritario identificado con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Mientras un grupo traía una consigna cargada al poder ejecutivo, otro respondió y defendió con fundamentos importantes cómo lo que pasó ayer mismo cuando se desairó a la fracción completa de Morena que solicitó la presencia de algunos funcionarios del gobierno. De ahí que la mayoría de legisladores hiciera un pronunciamiento a favor del respeto de la autonomía, y en alusión al respaldo que ratificó a Monreal como coordinador de los Senadores.

Incluso, de nueva cuenta, el oficio y la capacidad de negociación de Ricardo Monreal se mostraron, cualidades que le permitieron salir bien librado del conflicto que se había generado por la falta de acuerdos para elegir al presidente de la Mesa Directiva durante el próximo periodo de sesiones

Y es que el legislador logró que las posturas se flexibilizaran al grado de que los “duros” tuvieron que aceptar que él ha sido pieza clave en la construcción del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Gabriel García Hernández, político muy cercano al Presidente, no le regateó su trayectoria a Monreal y frente a los mismos que lo “crucificaron” por su libertad de pensamiento y por defender la soberanía del Senado aseguró: “El doctor Monreal, después del fraude del 2006 es el legislador que encabezó la resistencia del movimiento. Defendió en lo que en ese momento era la semilla de la cuarta transformación.

Así que, sin duda, la elección de Alejandro Armenta no sólo fortalece la imagen y liderazgo de Ricardo Monreal, sino que les da una lección a los Morenos aplaudidores que, aunque no les guste Monreal es y seguirá siendo el mejor operador político de la 4T.

Con esa premisa, Alejandro Armenta tendrá una responsabilidad mayúscula de arribar a la presidencia con un margen importante de votos a favor. De hecho, así se ha comenzado porque se privilegió la unidad que pasó por encima de la fragmentación que, quizá, un grupo minoritario tenía prisa de poner en marcha a través de estrategias de golpeteo interno; no obstante, predominó el ejercicio democrático que fue un ejemplo.

Al respecto, el coordinador de los senadores de Morena le propuso al senador Alejandro Armenta comunicarse hoy mismo con el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para buscar un encuentro con él, en busca de fortalecer la relación con el Ejecutivo federal que, sin duda, ha sido de respeto y trabajo más allá de las suspicacias que han querido sembrar porque, en muchos ambientes políticos, se concentra el juego sucesorio presidencial.

Y eso pasó el propio martes de quienes se identifican y forman parte de un equipo político de la capital del país. Sin embargo, el buen ánimo imperó para abrazar la unidad pues hay muchos pendientes que este próximo ejercicio tienen que atenderse como prioridad. Por tal motivo, el bloque mayoritario depositó la confianza en Alejandro Armenta para presidir la Mesa Directiva dado que hay que seguir construyendo acuerdos y consensos sin agotar el diálogo.

Finalmente, y tras obtener el respaldo de la mayoría de legisladores de Morena, Alejandro Armenta agradeció el apoyo y ofreció, como lo hizo Olga Sánchez Cordero, labor pulcro, honesto y equilibrador pues después de esa labor exitosa de la ex secretaría de gobierno, el nivel de exigencia es mayúsculo, en especial de acompañamiento y respeto como un poder autónomo para sacar adelante la tarea buscando soluciones plurales y democráticas.

Por ello, ganó quien convenció más; triunfó la pluralidad y la democracia; logró la victoria Alejando Armenta.

 

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