Por Javier Lozano
Apenas ayer mencionamos que nuestro país necesita de un proceso de reconciliación urgente dado el grado de polarización que vive el territorio.
Por ello, es importante ir cicatrizando y subsanando las heridas que ha dejado la crispación y el encono no sólo en los espacios de convivencia, sino en las propias instituciones del poder público donde- a veces- se propician los prejuicios y señalamientos por tener opiniones distintas. De hecho, ayer mismo en un espacio de opinión mencionamos: no siempre vamos a estar de acuerdo en todo, no obstante, debemos mostrar una posición de qué la democracia es posible si existe pluralidad.
Lo más importante de ello es hacerlo efectivo en la práctica del día a día y, donde a menudo, hay convivencia con distintos sectores de la población. Es ahí donde la Reconciliación juega un papel preponderante, y se vuelve una alternativa favorable para construir un proyecto de nación.
Eso debe ser, desde el punto de vista democrático, una vía para evitar tanto desencuentro y odio que se genera pues la división que existe ha llegado a otras latitudes, y al grado de representar una enorme frontera que imposibilita a continuar construyendo o profundizando las políticas que el país necesita.
Por ello, y ante la urgencia de ir superando las barreras de la polarización, hay un proyecto de Reconciliación por México que le ha dado el tiempo y la importancia a la participación que nacen precisamente de la población civil para ir generando las condiciones de viabilidad.
Con ese propósito, el senador Ricardo Monreal ha estado recorriendo el país no sólo para tener encuentros con distintos sectores de la ciudadanía, sino para alimentar el programa de nación con ideas y propuestas claras, pero, también, tomando decisiones que vayan encaminadas a conformar una política más efectiva considerando los grandes desafíos que aún imperan en nuestro territorio, eso sí, ponderando las opiniones de todos los sectores sociales, inclusive el de las propias minorías.
Por esa razón, el coordinador de lo senadores de Morena se ha convertido en una alternativa y un serio aspirante para suceder al presidente Obrador, sobre todo porque la vocación de Ricardo Monreal tiene una visión más clara de los desafíos, incluso, una mayoría inmensa se ha dado cuenta que- todavía- estamos frente a grandes retos que caminarán con un proyecto que profundicen las políticas públicas que el gobierno del presidente Obrador inició sembrando la semilla.
De hecho, el propio Ricardo Monreal aseguró que el próximo gobierno federal deberá mejorar y enriquecer algunas políticas públicas, como la seguridad, la atención al campo mexicano, el medioambiente, el cambio climático, la atención a las pensiones y los retiros de personas, y el sistema del bienestar en el que descansa, fundamentalmente, la salud, la educación y la seguridad social.
Lo anterior lo externó el coordinador de la bancada mayoritaria en el Senado de República, Ricardo Monreal, quien consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo definió a él en un contexto claro, cuando hizo alusión en que su relevo debe ser con las características de Manuel Ávila Camacho.
“Yo no soy Ávila Camacho, yo soy Ricardo Monreal y soy un hombre que cree en políticas progresistas y cree en el cambio, y cree en la necesidad de profundizar lo que llevamos a cabo desde el 2018”, destacó en entrevista.
Sostuvo que “el presidente me define en un contexto claro, porque soy un hombre con independencia, soy un hombre con autonomía, como lo era Mújica, y soy un hombre que cree en el cambio y que cree en un proceso de profundización de la transformación”, opinó.
Monreal Ávila señaló que se siente tranquilo. Lo único que le impide estar más arriba en la preferencia, añadió, es no tener recursos para su promoción personal y tampoco tiene tiempo, porque explicó, él no ha desatiendo su trabajo legislativo, le dedica todos los días a tratar de hacer bien las cosas en el Senado y dedicarse, cuando puede, el sábado o el domingo, a visitar algún lugar del país, destacó.
Sin embargo, manifestó que estar muy tranquilo y tener mucha fe en la gente, en que la gente “sepa que soy esa definición de un hombre con independencia, con criterio propio, con racionalidad política y que cree en el cambio, profundizando las políticas públicas que el presidente López Obrador ha implementado y mejorando las que no han funcionado o que están rezagadas frente a los principales problemas del país.