Por. Javier Lozano
+ Ya lo habíamos adelantado aquí hace un par de semanas.
¿El único que cubrió las normas que dictan los estatutos?
Un alto porcentaje de probabilidades existían que Marko Cortés repitiera como dirigente nacional del PAN. Así pasó: la simulación se consumó y este fin de semana en sesión del CEN del blanquiazul tomó protesta por ser, eso sí, el único aspirante que cumplió los requisitos.
Tengo que reconocer que me sorprendió o, quizá más bien, se aprovechó de las circunstancias de vulnerabilidad que vive actualmente el partido y, con una serie de inconsistencias y señalamientos anormales, se apoderó de prácticamente la estructura del PAN.
Eso facilitó más el asunto que, en términos políticos, fue prácticamente un trámite. Sin adversarios, y una estructura partidaria a merced del michoacano, nuevamente dirigirá la gestión del PAN a nivel nacional otros tres años.
Con un panorama endurecido y bajo la narrativa de sus principales contrincantes que señalaron piso disparejo, se abre un nuevo periodo después de haber prácticamente ratificado la decadencia que dejó Ricardo Anaya, el otrora dirigente que es señalado de actos de corrupción por la Fiscalía General de la República.
Y qué mejor que recordar esos viejos tiempos porque, precisamente, Marko Cortés emuló a Ricardo. Supo canalizar perfectamente las circunstancias; se apropió de los mecanismos e instrumentos del partido y, con esos elementos a su favor, tejió una vez más su candidatura.
No le importó destruir nuevamente una cuasi unidad luego de haber perdido más entidades en las elecciones pasadas del 6 de junio donde, Morena, fue el gran vencedor.
Con esa premisa, se encamina a perder más terreno en los comicios del 2022 donde, únicamente, son técnicamente competitivos en Aguascalientes. De hecho, el verdugo que prácticamente es espectador en medio del pasó sólido que sigue mostrando Morena y los altos índices con lo que goza el presidente López Obrador.
Por esas razones, Marko Cortés debe estar preocupado y ocupado en resolver esa situación poco alentadora para su partido. Y ante mucha animadversión de la sociedad que sigue despreciando la alianza opositora, quizá le sume algunos puntos, pero, en términos de competitividad, insuficientes para doblegar al gran favorito de Morena.
A pesar de ello, no faltó el discurso simulado hace unos días cuando tomó protesta con el órgano colegiado que lo acompañará durante tres años más de gestión. Llamó a la unidad y a fortalecer la democracia. ¿Con esa pedagogía?… no creo que les alcance para mucho.
El reto: ser una oposición sólida y recuperar la fuerza que acumuló hace algunos años. En otras palabras, una tarea quimérica que puede ser alentadora en las arengas que lanzó Marko Cortés, pero, en la realidad, una mera situación irreal y superflua sin ningún sustento y que más bien, pone en duda los logros que realmente pueden alcanzar.
Mientras esa anhelada situación suceda, Marko Cortés tiene en sus manos los destinos de cara a las elecciones del 2022, y es muy posible que, en la sucesión presidencial, tenga una injerencia directa pese a la desangelada oposición que cada vez se desinfla más ante el poder que acumula el presidente López Obrador día con día.
Notas finales
Semana de mucho espíritu y actitud de Ricardo Monreal que, ante los medios locales de la ciudad de Morelia, y en vísperas de la toma de protesta del gobernador de Michoacán, ratificó lo que todos sabemos: la intención de competir en la sucesión presidencial del 2024. Ante ello se manifestó y fue contundente en su posicionamiento: “si no es con Morena estaré con Morena”. Pocos actores políticos tienen esa determinación y ese temple; lo más interesante de ello, es la seguridad con la que habla y hay quienes aseguramos que, efectivamente, está es la mejor versión del zacatecano.
Sabedor que las elecciones primarias o internas se ganan con oficio y poder político, peleará para conquistar a la militancia.
Veremos qué es lo que pasa. Tras dar a conocer su lectura del panorama y su posición en vísperas de que se llegue el momento, sí podemos asegurar que nadie tiene asegurado ese lugar máxime, cuando se trata de una figura de la talla de Monreal que lo he dicho una y otra vez, es un animal político que sabe jugar en cualquier cancha de visitante o de local.
