° Al iniciar un nuevo periodo legislativo en el Senado de la República, el grupo parlamentario de Morena cierra filas.
Por Javier Lozano
El martes inicia un nuevo periodo legislativo en el Senado de la República y el grupo parlamentario de Morena cierra filas en dos aspectos fundamentales: empujar con determinación las prioridades del presidente López Obrador a quien, en ese espacio, le refrendaron su compromiso y responsabilidad.
Y otro aspecto políticamente fundamental: respaldaron el liderazgo de Ricardo Monreal en la plenaria como coordinador de los Senadores de Morena para encabezar no sólo la organización, sino el trabajo operativo donde, incluso, dejó buenos rendimientos ya que se aprobó todo desde nombramientos, leyes, modificaciones y un numeroso y sustancial esquema de Reformas Constitucionales que han sido el motor de la Cuarta Transformación.
Además, el coordinador de los senadores de Morena demostró una calidad de participación óptima desempeñando una conducción de los tópicos en los que aseguró, con gran capacidad, un nivel de debate y discusión en rubros de políticas públicas, sociales, así como de seguridad pública en el curso de una plenaria.
A nivel de logros y conquistas, un trabajo potencialmente productivo. Entre los grandes pivotes que constituyen un indicador eficaz está, por supuesto, el rango constitucional de los programas sociales para los adultos mayores, asimismo, la creación de la Guardia Nacional, juicio político y la revocación de mandato.
Por esa razón existe optimismo. Los testimonios y evidencias hablan mucho y, también, calman el egocentrismo de un grupo de senadores autonombrados legisladores leales al lopezobradorismo: una concepción egoísta porque son inocultables las ganas y entrega de todos sin excepción ni simulación.
Resulta más que evidente los resultados tangibles. Quizá eso fue un elemento fundamental incluyendo el papel clave de Ricardo Monreal que mantuvo sólida una fracción, incluso, en momentos de tensión donde reinó un efecto tal vez golpista o más bien trataron de encenderlo por una vía injustificada que recayó en José Manuel del Río Virgen, preso político del gobierno de Veracruz.
Sin embargo, no se flaqueó porque, repito, el futuro legislativo en relación con las propuestas del presidente dependen de dos elementos además de inherentes, fundamentales.
El primero es, sin lugar a dudas, la unidad ubicada como factor medular no sólo por la mayoría calificada que se requiere en proyectos constitucionales, sino para que cobre mayor impacto en el país. Otro argumento de suma importancia es el que representa Ricardo Monreal. Él, incluso, recibió tanto los elogios del secretario de Gobierno quien le dio el espaldarazo, al igual que de la presidenta de la mesa directiva, Olga Sánchez Cordero.
Así pues, se conjugan dos elementos que, evidentemente, produjeron un efecto sólido para garantizar la unidad y, por supuesto, reflexionar el grado de importancia que tiene el proyecto de reforma eléctrica, así como en materia política-electoral.
A esa premisa se le ha proporcionado cohesión de los temas que se encuentran próximos. El momento no pudo ser mejor en la plenaria; sirvió el contexto para dar seriedad y respaldo al presidente; asimismo, se disuelve la aparición de grupos autonombrados defensores del lopezobradorismo ya que el matiz más allá del derecho a disentir es, por mucho, el futuro del país de manos de las grandes transformaciones que ocupan una palanca para detonar el desarrollo en México en distintas materias.
En general, una plenaria donde se cumplieron las expectativas. Es claro que predominó el compromiso a pesar de las versiones que surgieron. Y, cómo ha venido ocurriendo, el diálogo se convierte en la herramienta o mecanismo como una vía efectiva para vencer cualquier obstáculo, sobre todo de aquellos que presagiaron una hecatombe.
El martes inicia un nuevo proceso. En puerta, la madre de todas las batallas legislativas por el clima que se ha generado. Hablo del proyecto en materia eléctrica que será, por mucho, el elemento que ratifique la consolidación de la 4T.
No hay que perder de vista a Ricardo Monreal que, aquí, será la gran diferencia con la eficiencia y la capacidad que posee para alcanzar acuerdos con los votos que se necesitarán con la oposición y que, si examinamos, ha sido exitoso e infalible, sino, tomen el ejemplo del papel que jugó en la plenaria justamente por la prudencia en plenitud de la mejor versión que sigue en ascenso.