Por Javier Lozano
La personalidad de Ricardo Monreal es inigualable. El zacatecano se distingue por una mezcla de tacto y sagacidad, así como de oficio y liderazgo. Tal vez eso sea la clave que lo ha preservado con un nivel óptimo de eficiencia si vemos las cosas desde un punto de vista puntual.
Siempre vale la pena conocer su opinión y conocimiento. Dentro de la política tiene una larga carrera llena de éxitos; posee un juicio muy atinado, sobre todo en temas de derecho y legislación.
Eso, hasta este momento, marca una gran diferencia de los clásicos políticos que se ha formado no por convicciones, sino por circunstancias coyunturales o, simplemente, por las bondades de una mala determinación.
El caso de Ricardo Monreal es distinto. Político por vocación, pero protagonista por convicción. Se ha convertido en un gran referente del país gracias a su insistencia en la lucha democrática. Lo liga un inmenso compromiso con la transformación del territorio y con su máximo exponente, el presidente López Obrador.
A raíz de eso, el coordinador de los Senadores de Morena ha adquirido una gran experiencia política. Ocupó, en el inicio del programa de transformación, un papel clave de responsabilidad.
A lo largo de estos tres años su protagonismo ha sido indispensable. Cargó con una enorme tarea si hacemos un análisis minucioso que serviría de ejemplo al enumerar más de 50 acuerdos de mesa directiva; asimismo, más de 8 Reformas Constitucionales, así como 10 leyes de nueva creación sin contar las decisiones que se tiene que tomar en este nuevo periodo que serán, sin lugar a dudas, la gran consolidación de los cambios de transformación.
Recordemos que, en puerta, está el proyecto del presidente en materia Eléctrica y Electoral.
Y es que, desde hace tiempo, se viene generando un debate acerca de los beneficios que valdría la pena escuchar en voz de los científicos y especialistas a estas alturas que iniciará en San Lázaro, como cámara de origen, todo el tema de análisis y discusión.
Hablo de la Reforma Eléctrica a la que, Ricardo Monreal, impulsará con toda la capacidad y oficio que provoca en la Cámara Alta. De hecho, antes del periodo legislativo dejó buenos resultados; en esa tónica comenzó su quehacer, desde luego, con un esquema de trabajo que presentó y que será, los días 29 y 30, materia de reflexión en la plenaria de Morena.
Y así llegará a finales de este mes, fortalecido con el amparo de su fracción; aunque, lo más importante, es evidentemente el respaldo de Palacio Nacional a través del secretario de Gobierno, Adán Augusto que, en aras de una nueva tarea legislativa, muestra su total apoyo.
Eso habla del liderazgo de Ricardo Monreal. Le ha tocado enfrentar retos mayúsculos, sin embargo, siempre sale adelante. Será porque su capacidad va más allá de cualquier obstáculo; su virtud es, como hace 25 años, ser perseverante.
Eso justifica cada una de sus acciones, pero también en sus reacciones. Se guía por sus cualidades o, mejor dicho, por los valores que lo han mantenido en buen nivel de competencia. Por esa razón, es un presidenciable de Morena; sabe canalizar la energía y transformarla en áreas de oportunidad.
Hoy por hoy es el favorito de Morena a mi juicio. Si ponderamos por qué, es evidentemente que, su gran olfato político, y su capacidad son, por mucho, la mejor carta de presentación. Así ganó Zacatecas cuando fue gobernador.
Jamás hay que subestimar a un animal político de la talla de Ricardo Monreal cuya virtud es, hoy por hoy, su eficiencia para llegar a acuerdos y consensos a través del diálogo. Suena fácil, pero, sin menospreciar a nadie, veo complicado que alguien realice el trabajo eficaz del zacatecano en el Senado de la República.
Por eso, y por muchas razones, el momento o la etapa clave del coordinador de los Senadores de Morena ha llegado a un punto de solidez, en otras palabras, está en su mejor nivel para ser candidato de Morena, y próximo presidente de México.
