Por Javier Lozano
A más de tres meses de haber tomado protesta como directora del Instituto de Cultura Física y Deporte en Morelia, Verónica Zamudio sigue protagonizando un cambio sustancial desde la dependencia que encabeza. En todas partes se habla del trabajo arduo; asimismo, el desarrollo que además de tener una fuerte presencia en los medios de comunicación, continúa siendo intenso.
El botón de muestra es, sin lugar a dudas, el cambio que concretamente se está llevando a cabo en todos los espacios deportivos. A diferencia de otras administraciones, éste papel representa una gestión provechosa.
Mucha de esta mejora se debe, evidentemente, a la buena gestión de su titular, pero también a la apasionante labor que tiene en sus manos. Estás actividades vienen a coadyuvar con todos los mecanismos e instrumentos que ponen en inmejorables condiciones de desarrollo a la dependencia deportiva.
Ese nuevo rostro no es producto de la casualidad, sino de las causalidades. Verónica Zamudio tuvo la encomienda de transformar la política deportiva en el municipio y, con pasión y entrega, rindió buenos resultados en su primer trimestre de labor.
Ya en varios ámbitos de opinión hemos hablado de la capacidad que siempre vale la pena ponderar; eso explica, de entrada, las acciones que se han tomado en cuenta para dar un giro a favor no sólo del potencial deportivo, sino para atraer el interés de la población a tener acceso a distintas actividades; asimismo, hay que recordar que, el IMCUFIDE, se convirtió en un punto coadyuvante para aprovechar los espacios y ofrecer capacitación y orientación en temas de salud.
Sé de buena fuente que, hace poco, Verónica Zamudio se reunió con muchos actores políticos quienes mostraron su interés para signar acuerdos de colaboración y acompañamiento que hemos recalcado en distintos puntos de opinión.
No es la primera ocasión que Verónica Zamudio tiende los puentes de interlocución; en otros momentos ha sostenido encuentros con sectores empresariales, sociales, así como organismos no gubernamentales para avanzar en distintos temas y laborar en políticas de desarrollo público que, a futuro, serán la punta de lanza para resolver acciones de concientización a los buenos hábitos y valores.
En cuanto a ese trabajo, Verónica Zamudio ha sabido desempeñar cada área de oportunidad. Hizo bien en rehabilitar los espacios de desarrollo; a su vez, son muy pocos los ambientes que faltan por optimizarlos porque, la mayoría de ellos, están en proceso de mejora gracias a las gestiones de su titular.
Visto a partir de ese ángulo, la dependencia deportiva es una promotora de la estabilidad que muestra gran respaldo a la labor de su presidente municipal, Alfonso Martínez. Justo él mismo ha reconocido el potencial de Verónica Zamudio quien, desde el comienzo, optó por reconfigurar con grandes expectativas en todos los puntos que se toman en cuenta para cada área del deporte.
Y, si hacemos un balance total, faltan espacios, repito, sin embargo, hay que considerar que a pesar de las limitantes en instrumentos y recursos hay un porvenir notable, eso sí, con el mayor de los ánimos de una mujer que dejó claro el liderazgo que la ha distinguido no sólo con sus virtudes, sino la dinámica de trabajo que la ha posicionado en los titulares de la prensa.