Escribe: Javier Lozano
Ricardo Monreal ha recorrido muchas entidades federativas a casi cuatro semanas de haber arrancado el proceso de información. Lo más importante de ello, más allá de lo medular que ha sido tener contacto y afinidad con la ciudadanía, es que hemos comprobado que, el ser humano, o la definición de la personalidad del zacatecano, es realmente comprensiva y empático con la problemática que aqueja la sociedad. Lo vemos, por ejemplo, hablar con todos los sectores sociales sin excepción, máxime si deben ser atendidas sin ignorar ninguna de ellas.
Si pudiera describir el lado de Ricardo Monreal, diría que es un hombre empático y solidario con las causas justas. A lo largo de estos dos años en que conocí en persona al ex líder de los senadores de Morena, he comprobado el grado de responsabilidad y compromiso social. Dicho en otras palabras, asume perfectamente la naturaleza ideológica de servir a quienes más lo necesitan, especialmente a los sectores con mayor nivel de vulnerabilidad.
Si queremos entender mejor a Ricardo Monreal, como persona, es importante leer su obra: Una Oportunidad Real, siendo una lingüística marcada de anécdotas y experiencias narradas por el protagonista principal. De hecho, encontraremos una historia de vida que hará posible entender el entorno de una lucha que encabeza Monreal desde hace años.
Cuando nos adentramos más, de igual forma, hay una conexión o empatía con esas causas que, desde hace muchos años, abandera el zacatecano y que, no hay duda de ello, nos dejará un enorme aprendizaje, pues el objetivo es dejar huella, sobre todo para los jóvenes que van incursionando en distintas tareas ligadas al servicio público.
Apenas comencé hace un par de días a leer su obra y, hasta este momento, entiendo cada vez más la visión de un perfil como Ricardo Monreal que, más allá de un proyecto de nación, tiene un lado humano para actuar con gran sensibilidad. Incluso, Monreal siempre hace una pausa en cualquier lugar que visita para dialogar de manera frontal con la gente; los escucha, y va tomando nota de la necesidad que todavía aqueja. Ayer, por ejemplo, su mensaje en Veracruz llamó poderosamente la atención; sabe perfectamente que, la procuración de justicia, es una consigna que clama la ciudadanía.
Recordemos que hubo casos como el de José Manuel del Río Virgen que, al final de cuentas, se aclaró porque no quedó duda de su inocencia. En ese entonces, hay que decirlo, Ricardo Monreal insistió mucho en el tema; no bajó la guardia y, con perseverancia, demostró que hay que alzar la voz para que la justicia llegue. Y no solo eso, también en las Audiencias de Información llueven propuestas de apoyo para los sectores más vulnerables.
Durante esos trayectos, el propio Ricardo Monreal no solo ha tomado nota, sino que ha prometido, que, de llegar a la coordinación de los comités de la defensa de la 4T, pondrá toda su atención en entidades federativas como Veracruz, especialmente para atender el llamado de justicia social. Si es así, Monreal cumplirá y hará honrar su palabra. Es un hombre de compromisos que, a lo largo de su carrera política, ha cumplido al pie de la letra.
Monreal es un ejemplo de compromiso. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera. Es un político forjado en la cultura del esfuerzo, pero también un ser humano con muchos valores de empatía y solidaridad. Su lado filantrópico siempre contribuye porque abraza las situaciones que aquejan a la sociedad con mucha preocupación. Eso lo vemos en los recorridos y, frente a las solicitudes, escucha con respeto y atención, valorando cada una de ellas y dándose el tiempo que sea necesario.
Ricardo Monreal es un ser humano en toda la extensión de la palabra.