Por Javier Lozano
La pregunta es: ¿quién se hará responsable del agravio que le ocasionaron a José Manuel del Río Virgen?, o ¿así quedará?; sólo un clásico ¡usted disculpe! y ¿ya?.
A pesar de que el Secretario Técnico de la Junta de Coordinación Política recobró su libertad, y ha regresado a sus actividades en el Senado de la República, seguramente en su mente carga un daño moral y psicológico que le provocó una acusación de esa naturaleza.
Y es que lo que enfrentó fue una dura acusación que lo castigó por más de 177 días preso en el estado de Veracruz. Afortunadamente se aclaró todo- porque no hubo pruebas del señalamiento que le hicieron; nada justificaba las imputaciones- ya que se concluyó que, en todo el lapso, nada lo ligaba con las acciones que la jurisdicción local de Veracruz hizo énfasis.
Se defendió la inocencia de José Manuel del Río Virgen
Por esa razón, la justicia federal ratificó un amparo e hizo posible lo que, durante más de 177 días, señalaron quienes defendieron una y otra vez la inocencia de José Manuel del Río Virgen. Lo que vivió fue una pesadilla de la que seguramente no quiere tener recuerdos por la experiencia que padeció no sólo él, sino su familia que siempre lo acompañó con ánimo y esperanza.
Y no sólo ellos, también sus colaboradores más cercanos; asimismo, amigos que se sumaron al llamado de injusticia luego de saber que a José Manuel del Río Virgen lo acusaban de algo que no cometió. Lo digo con ese término porque no hubo pruebas para sostener los señalamientos; puras conjeturas que han sido cuestionadas como hechos políticos que la misma sociedad condena como revanchismos.
Lo rescatable de todo ello es que José Manuel del Río Virgen pudo recuperar su libertad; nadie merece más allá de los temas políticos y de las definiciones de cualquier expresión- ser presa de una postura reaccionaria- que padecimos por años en el pasado. Cuántos presos políticos no fueron encarcelados por delitos fabricados que, para todos ellos y sus familias, fueron dolorosos y, lo peor de todo, quedaron en el anonimato y sin resolver.
Por esa razón, y por ningún motivo, nuestro país no puede repetir esas prácticas del viejo régimen.
Me quedo con el recibimiento que le hicieron a José Manuel del Río Virgen ayer luego de regresar a sus actividades. De hecho, los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), senadores y senadoras de todos los partidos, dieron la bienvenida a del Río Virgen, tras casi seis meses de ausencias en el Senado; fue recibido con júbilo por los y las legisladoras, quienes estuvieron pendientes del juicio llevado en su contra por la Fiscalía y Gobierno de Veracruz.
Lo anterior fue manifestado por el presidente de la Junta de Coordinación Política, al recibir en su cargo a José Manuel del Rio Virgen quien, liberado de todo cargo, obtuvo su libertad del penal de Pacho Viejo. Incluso, comentó: “tenemos que esforzarnos por contribuir a la consolidación del Estado de Derecho. Ni inocentes en prisión ni criminales en las calles; no más abuso, no más vulneración de los derechos humanos. Sin Estado de Derecho, ninguna nación es viable”.
Por esa razón, este México, el de la injustificable prisión para una persona inocente, no es lo que queremos. Queremos un país de leyes, un país en el que prevalezcan los derechos humanos, la justicia, la legalidad. El Estado de Derecho, así lo expresaron aquellos que no bajaron la guardia y que verdaderamente mostraron que la amistad, es en las buenas y en las malas.
El tiempo le dio la razón a Ricardo Monreal con José Manuel del Río Virgen
Finalmente, el tiempo le dio la razón a Ricardo Monreal que no claudicó a pesar del clima que se originó.
Lo que es un hecho, es que el gobernador de Veracruz exhibió su falta de tacto e inoperancia al tratar de llevar el tema a un terreno mediático cuando, en los hechos, salió noqueado por los desaciertos en el manejo, especialmente porque esto no ha finalizado: arrastra una larga lista de presos políticos acusados por el delito de “ultraje a la autoridad” que llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) donde, incluso, fue derogada al ser catalogada como inconstitucional.
Recordemos también que fue la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) quien concluyó que hubo abuso de autoridad en la detención de seis jóvenes que estuvieron presos en Pacho Viejo, Veracruz; por ello, resultó claro resolver la situación jurídica a un juez federal que concedió un amparo para poner en libertad a los adolescentes.
Más claro que el agua: en Veracruz hay ausencia de poderes para salvaguardar el Estado de derecho.