Por Javier Lozano
Con mucha lógica existe una serie de elementos importantes para poder asegurar, a futuro, que el favorito para quedarse con la candidatura de Morena en 2024 es Ricardo Monreal. En ese razonamiento podemos citar factores asociados que, el Senador, tiene en sus manos y que pueden llegar a convertirlo, llegada la fecha, en el abanderado del proyecto sucesorio de Andrés Manuel López Obrador.
Primero, hay que dejar a un lado el tema de las encuestas que además de ser inexactas al no contar con el verdadero pulso de la sociedad, son un mecanismo ambiguo. Asimismo, varias de las casas dedicadas a recolectar información de ese tipo han incurrido en errores afectando en la percepción del votante porque pueden llegar a confundir e influir negativamente.
Por esa razón, y dado el tiempo que falta para que inicie el proceso interno, se pueden combinar muchos factores. Uno de ellos es la capacidad para encarar el desarrollo en vísperas del inicio, es decir, el impacto que puedan provocar y que sea útil para capitalizar el voto. Otro aspecto es el perfil y qué es lo que puede llegar a producir a futuro.
Y para fortalecer esa perspectiva, no hay que dejar de lado la experiencia, pero también la habilidad, sagacidad y pericia que son, en política, virtudes indispensables o mecanismos estratégicos que pueden ser tomados como criterios o rasgos, sobre todo al tomar en cuenta el perfil del presidente López Obrador y el nivel de competencia que sirva como base de quienes están a la altura de ese enorme desafío.
A partir de ese pequeño fundamento se vuelve evidente de qué perfil estamos hablando. Debido a esa cualidades o características el Senador Ricardo Monreal cumple perfectamente con esos rasgos. Lo es ya que ha llegado a un punto clave de crecimiento en su carrera. Ahora bien, si nos guiamos por esas competencias que giran en torno, incluso si consideramos el gran poder de convocatoria, así como de reacción ante momentos de tensión- el zacatecano es, por mucho, el liderazgo que puede llegar a posicionarse rápidamente y en cualquier coyuntura.
Al ver esa capacidad en Ricardo Monreal, no hay duda del potencial que mostrará una vez que se lance la convocatoria y si existen, como han prometido, reglas de participación transparentes sin ningún interés político; viéndolo desde ese ángulo, hay razones suficientes para pensar seriamente en el presidente de la Junta de Coordinación Política como el próximo candidato de Morena en 2024.
Eso es perfectamente entendible, sobre todo por la eficiencia que ha tenido en la actual legislatura federal. Si alguien puede hacer un cambio y mover las piezas del ajedrez es precisamente Ricardo Monreal. Durante su carrera nos ha dejado claro hasta dónde logra llegar su poder político en aras de un momento de definición como el que estamos abordando.
Y es que no sólo se ha convertido en un referente del movimiento lopezobradorista, sino en una pieza clave del engranaje. Eso le ha hecho ganar adeptos y simpatías en todo el país; asimismo, cuadros apartidistas y desde distintas definiciones políticas tienen buena conexión con Ricardo Monreal. Eso significa que, tanto morenistas como de otras expresiones, se identifican con el proyecto y la trayectoria del coordinador de los senadores de Morena.
Justamente eso es, llegado el instante, lo que puede marcar la diferencia. Como hemos señalado en estos pequeños fragmentos, el Senador Ricardo Monreal es, de todos los presidenciables, el político más eficiente y experimentado.
Entonces, sin menospreciar a nadie, el Zacatecano tiene una ventaja inmejorable si tomamos en cuenta las características de su perfil porque pueden llegar a ser, en 2024, la enorme diferencia a su favor a pesar, eso sí, de que existe una clara guerra sucia que están protagonizando algunos actores que tienen intereses hacia otro actor.
Sin embargo, Ricardo Monreal se ha mantenido firme, competitivo y sobre todo sólido en la carrera presidencial como favorito no sólo porque sabe medir los tiempos perfectamente y tener un equilibrio. Asimismo, su lectura de los hechos puede ser clave. Mientras tanto, hay que seguir recalcando el poder de convocatoria que continúa protagonizando en todo el país.
