+ ¿La cancha es pareja para todos?
Por. Javier Lozano
Al poco tiempo de que el presidente López Obrador desde la máxima tribuna de la mañanera soltó la narrativa acerca de la sucesión presidencial, el escenario subió de tono.
Ese mensaje, en vísperas del relevo de AMLO a pesar de estar a la mitad de su sexenio, trajo una lectura muy amplia y, al mismo tiempo, creó un efecto de suspicacias de quien sería el abanderado y próximo mandatario del movimiento que, en estos momentos, mantiene el gran respaldo popular.
Convencidos de que Morena gana en 2024 al igual que el mismo presidente López Obrador, tuvo que llegar un punto inmediato para acallar las versiones malintencionadas a fin de impedir crispar el propio terreno.
Por ello, ante cualquier versión, creo más que evidente que el encuentro de Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto, fue un mensaje claro de Palacio Nacional.
Prevalece la unidad y el respeto por cada uno de los presidenciables. Si bien hay voces que aseguran un clima inclinado a un perfil, lo cierto es que la cancha es pareja para todos. Lo demás, son especulaciones que han sido destinadas para calentar el proceso de la sucesión presidencial.
Estoy convencido de que, el mismísimo presidente, no será el propio elector del proceso. Habrá cancha pareja para todos, al menos, esa es la lectura de la imagen desde la sede de Bucareli.
Lo que faltaba era este tipo de encuentros y, a pesar de que el propio Ricardo buscaba el marco perfecto con Claudia Sheinbaum, no tengo duda de que el mismo presidente de la República comisionó al secretario de Gobierno, Adán Augusto, a tender los puentes de interlocución y sumar esfuerzos para seguir consolidando no solo el proyecto de transformación, sino el inmenso respaldo popular en aras de la sucesión presidencial.
Asimismo, era preciso que el propio mandatario federal mandará un mensaje desde Palacio Nacional. La clave de todo proceso es la unidad. Algo que ni siquiera puede presumir la oposición que, últimamente, ha dado señales de rompimiento. Aunque, la auténtica proporción de estos fragmentos, es analizar la reunión entre algunos presidenciables en la sede de Bucareli.
Los hechos son evidentes: no hay rompimiento con nadie ni mucho menos malos entendidos. El propio Adán Augusto, en cuatro ocasiones, ha tenido encuentros con Ricardo Monreal. Poco más de una ocasión, también, han coincidido en trabajar juntos.
Eso hay que aplaudirle al secretario de gobierno que, efectivamente, vino a revitalizar la política interna del país.
Ya el futuro se encargará de colocar a los aspirantes de Morena que, sigo insistiendo, son únicamente tres. Tanto Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum como Marcelo Ebrard, son las cartas más fuertes de Morena de cara al proceso interno. Eso sí, quizá uno más preparado y experimentado que otro.
Si el caso fuese a avaluar a uno, hay una lógica que no podemos soslayar en base a la capacidad política y al poder que han mantenido desde hace mucho tiempo.
Esa versión la he sostenido en pasadas lecturas. Esa coyuntura reconoce al perfil de Ricardo Monreal que se ha dicho listo y preparado para la el ejercicio interno con Morena, y que ha encajado en todos los temas dominantes y, mejor aún, ha resuelto prácticamente toda la agenda legislativa que ha sido el motor de la Cuarta Transformación en las reformas constitucionales.
Esa idea se ha fortalecido, mientras tanto, se opera la unidad considerando el auge que ha tomado esa dirección.
Justamente esa fue la postal que se retrató ayer mismo desde la sede de Gobernación. Fue muy atractivo el hecho de observar a los presidenciables en un marco de armonía.
A pesar de que cada uno construye su proyecto en base a su trabajo y experiencia, resultó trascendental cerrar filas y eliminar cualquier suspicacia o teoría de la conspiración que va desde las propias versiones de algunos columnistas, hasta la fabricación de disputas para mermar el proceso.
Ayer, en una fotografía, se mostró lo contrario: hay unidad y voluntad para trabajar con un mismo proyecto denominado la Cuarta Transformación bajo el liderazgo del presidente López Obrador.
Finalmente, tanto Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, han recibido el mensaje directo del presidente que habrá cancha y sin ningún arbitro sesgado. El único riesgo que veo, es no transparentar el mecanismo de la encuesta que, hasta hace poco, generó muchas dudas. Quizá sería muy bueno una claridad en ese hecho a través de instrumentos que pongan en igualdad de condiciones a todos.
Ahí, los propios aspirantes deben mostrar voluntad y sugerir alternativas que, al final de todo, legitimen al candidato y fortalezca la unidad de militantes y simpatizantes.