° Lo más prudente y sensato fue aplazar la Reforma Eléctrica
Por Javier Lozano
Mínimo más de seis ocasiones a través de este espacio abordamos el valor específico que acumuló el proyecto de Reforma Eléctrica que envió el presidente López Obrador.
No fue nada sencillo tratar, en todo caso, este periodo luego de que el tópico se polarizó al grado de llegar a pensar que sí se precipitaba podía correr riesgo de caerse; sabemos, al menos por la experiencia de construcción de acuerdos que, para que el proyecto realmente funcione, se necesitan forzosamente los votos de la oposición.
Entonces, encarar el asunto con los propios aliados de Morena en ambas cámaras era prácticamente insuficiente. Se requiere mayoría calificada para que alcance un término constitucional.
Hay que reconocer la lectura anticipada del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien ha estudiado perfectamente el panorama. A diferencia de los demás tomó la decisión de calmar el torrente y con el sólo hecho de manifestar la prudencia que le aportó al tema pudo, quizá, transmitir la atención que exige este rubro a fin de serenar la tensión y, finalmente, que el congreso decidiera por mayoría aplazar el tópico.
Desde una perspectiva minuciosa no sólo se gana tiempo para calmar la tensión, sino que se puede aprovechar el margen para manufacturar acuerdos y consensos. Es evidente que una vez entregado el proyecto se estimó comenzar a trabajar el análisis; fue entendible porque, desde un principio, se visualizó lo que podía llegar a pasar, máxime cuando la oposición amagó con votar en contra.
Por ello, no solo es clave el proceso de organización, sino que también es indispensable. Hay al menos tres o cuatro meses para construir foros y ponencias para que la sociedad conozca, a grandes rasgos, la importancia de llevar a buen puerto el proyecto de Reforma Eléctrica que propuso el presidente López Obrador.
La apuesta es, hasta este momento, que el estado recupere la rectoría del organismo en materia eléctrica y contrarrestar, de una vez por todas, la reforma que se aprobó a través del Pacto por México.
Es un hecho que hay muchos intereses de por medio. Por ello, este periodo servirá para bajar el nivel de polarización entre los funcionarios, la iniciativa privada e, incluso, del vecino país que también se especula ha metido presión con distintos mecanismos diplomáticos.
Lo más prudente y sensato fue aplazarlo. Seguramente una buena campaña de difusión de los beneficios puede traer, en un corto plazo, la tranquilidad para involucrar a todos los actores que están ligados a este hecho.
El legislativo ha marcado la gran diferencia para sacar adelante todas las iniciativas y proyectos que ha enviado el presidente; esta no será la excepción, pero, como lo hemos fundamentado, no es una tarea sencilla. De hecho, los liderazgos de Morena en el senado de la República desde hace tiempo articulan espacios de análisis dónde ocurre un intercambio de posturas; recordemos que, es allí, en que la política lopezobradorista ha encontrado resonancia porque la eficiencia ha sido un ejemplo justo en los momentos más álgidos de discusión.
Hasta la fecha, el senado ha sacado avante Reformas Constitucionales de gran peso político; se enfocó minuciosamente en puntos como la renovación de mandato, juicio político y, desde luego, temas sustanciales como el Tec-Mec, Guardia Nacional y el rango constitucional de los programas sociales y, todos ellos, en consenso.
Un gran acierto de Ricardo Monreal ha sido siempre dedicar parte de su tiempo en dialogar con la oposición; esa virtud ha traído grandes beneficios que ha maximizado, en grandes proporciones, la agenda la de la Cuarta Transformación.
Por ello, la lógica natural nos adelanta que habrá un eficiente trabajo que, desde ahora, ya lo operan para llegado el momento, tener instrumentos para promover sin contratiempos un consenso y aprobar, en mayoría, la Reforma Eléctrica.
Se abre una nueva oportunidad para ofrecer un panorama dónde, de entrada, se tomen en cuenta todas las posturas. Esto cambia y se mueve para tener mayor acceso y margen de efectividad.