Por Javier Lozano
Tendríamos que hacer una lista larga o un anecdotario de todas las batallas que ha librado Ricardo Monreal desde que incursionó en la vida pública del país. Su primera tarea fue- desde muy joven- en su natal Zacatecas y, a partir de ahí, superó todo tipo de barreras que fueron vistas, desde aquel momento, sorprendentes porque tuvo en sus manos grandes responsabilidades que convencieron a la población civil de su enorme capacidad.
Desde ese momento, hasta ahora, el Senador Ricardo Monreal sigue demostrando sus atributos y su capacidad probada y comprobada en los temas de interés político. Su naturaleza política va más allá del universo del que estamos acostumbrados pues su estilo y la percepción que tiene, le han permitido sobresalir porque es un hombre convencido de lo que piensa y hace.
Y nuevamente se hizo sentir su capacidad hace unos días en el momento en que se renovó al Presidente de la Mesa Directiva del Senado a pesar de las estrategias de división que pusieron en marcha debido a lo que representa una tribuna de esta naturaleza. Sin embargo, Ricardo Monreal no se achicó aún y cuando el entorno parecía desfavorable luego del desaire que los funcionarios federales le hicieron a la fracción completa.
Pero Ricardo Monreal ha vivido momentos de mayor tensión desde que inició su carrera política. Ha luchado contra la adversidad y jamás se ha desplomado.
Conviene recapitular la etapa crucial que vivió en Zacatecas cuando ganó la gubernatura pese a tener todo en contra. Asimismo, hay que enumerar cuantos mensajes e intentos por desestabilizar su liderazgo en el Senado le ha tocado vivir. Después de todo, nunca han podido ni con la mayor presión que han hecho.
Al contrario, Ricardo Monreal encontró un punto de apoyo más sólido lleno de respaldo que, desde hace tiempo, hemos insistido porque no solo conserva la mayoría de legisladores, sino tiene la simpatía de todos los grupos parlamentarios con quienes ha construido un puente de interlocución que influye positivamente luego de haber encarado y sacado adelante una serie de Reformas y Leyes; todas ellas en consenso y sin mayores contratiempos.
Aunque la Plenaria de Morena vivió instantes en que- claramente- se veía la mano que intentaba sembrar la división, Ricardo Monreal sacó a flote su capacidad y carácter. Con ello, llegaron voces de respaldo de distintos Senadores que reconocieron su potencial como líder puesto que ha sido indispensable para sostener la autonomía de la Cámara Alta.
Y eso lo ratificó, primero, en la elección interna de Morena pese a los intentos de buscar una propuesta; podríamos decir que ajena a las propias determinaciones o juicio de la mayoría de Senadores que, desde hace tiempo, estaban dispuestos (as) a darle el voto a Alejandro Armenta y sostener, como pasó, su apoyo incondicional al Coordinador de la fracción de Morena en la Cámara Alta que salió victorioso contra el intento de imposición de otros perfiles que ya trabajan en la sucesión presidencial pero que no han podido, ni podrán, debilitar el liderazgo del zacatecano.
En primera, Ricardo Monreal vive su mejor momento político a pesar de las circunstancias que han estado en su contra. Pese a ello, se ha ratificado su liderazgo y su impulso en la carrera presidencial con Morena porque cuando más intentan descarrilar su aspiración legítima más lo fortalecen paradójicamente.
El ejemplo más claro pasó estos días cuando demostró su capacidad de convocatoria y el respaldo de la mayoría de Senadores de Morena que se inclinaron por Alejandro Armenta, lo qué es la muestra más clara del poder político de Ricardo Monreal que ha florecido en el Senado, pero que ha construido durante 40 años de carrera ininterrumpida en la lucha democrática del país.