Por Javier Lozano
Considerado por una inmensa mayoría social como uno de los favoritos para ser, en 2024, el próximo candidato de Morena en la sucesión presidencial, Ricardo Monreal es reconocido el liderazgo más influyente en el país, principalmente por su capacidad política al ejercer un sinfín de tareas y buscar alternativas necesarias para encontrar puntos de acuerdo, incluso, con la propia oposición con quienes ha construido un puente de interlocución efectiva para sacar adelante Reformas Constitucionales que han implicado, eso sí, gran destreza de operación política, sobre todo eficiente.
Con esa premisa, y con una larga trayectoria política el Senador Ricardo Monreal se sostiene sólido como presidenciable de cara al relevo del 2024; por tanto, se ha dicho listo y preparado a pesar de haberse destapado la sucesión con mucho tiempo de anticipación de manos del presidente López Obrador.
De hecho, bajo ese efecto, los principales presidenciables del lopezobradorismo, en especial el Zacatecano, han sido objeto de ataques ligados precisamente al proceso electoral para intentar dañar el prestigio intachable del presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta.
Durante una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga el senador hizo un balance de los hechos hostiles que acontecieron estos últimos días. Pese a que no son significativos dadas las voces de donde provienen, no dejan de generar una acción marcada con un claro sesgo político en el lapso que, Ricardo Monreal, atraviesa su mejor etapa logrando, hasta el momento, una importantísima labor desde el Senado de la República.
Así pues, recordó esos acontecimientos y, con mucha categoría, respondió a los cuestionamientos inteligentemente. Asimismo, reafirmó su posición a favor de la lucha que sigue encabezando el presidente López Obrador con quien, desde hace treinta años, ha logrado consagrar el movimiento social que hoy es una realidad a partir de la administración pública federal.
Entonces, por eso y por muchas otras razones justificadas, Ricardo Monreal mostró sus aspiraciones legítimas de cara a la sucesión presidencial del 2024 bajo el vehículo de participación de Morena: instituto político que él mismo ayudó a darle vida orgánica después de haber librado asambleas constituyentes satisfactoriamente en lo colectivo.
Gracias a ello, se construyó una estructura inmensamente capaz de competir en cualquier circunstancia y coyuntura política. Con esa identificación, se hizo valer el poder que acumuló una gran manifestación de liderazgos y referentes de la lucha democrática del país. Prueba de ello ha sido, en todo momento, el papel clave que juega Ricardo Monreal como líder social del movimiento, pero también encabezando las tareas desde la Cámara Alta donde, por cierto, se ha notado su eficiencia, por tanto, indispensables para tener un equilibrio de desarrollo en distintas materias.
Con ese impacto positivo, Ricardo Monreal aumenta cada día sus posibilidades para abanderar el proyecto de Morena en 2024. A juicio de una inmensa mayoría eso ha sido considerado porque, el zacatecano, muestra su mejor nivel en las etapas álgidas en las que hay que demostrar habilidad de aquellos que cumplen esas cualidades y atributos demostrando la personalidad.
Dadas las condiciones inmejorables, Ricardo Monreal es objeto de ataques de sus principales detractores que han manifestado su simpatía hacia otro perfil, Sin embargo, el zacatecano no se inmuta ni tambalea porque, paradójicamente, eso lo fortalece más.
Lo quieren orillar a renunciar de un partido político que él mismo fundó con señalamientos maquinados y con fines electorales en vísperas de la elección anticipada del 2024. Sin embargo, nada de eso es relevante: Ricardo Monreal luchará en Morena y con reglas de participación claras y transparentes para obtener la anhelada candidatura que, merecidamente, ha ganado bajo la cultura del esfuerzo y la responsabilidad política de un auténtico luchador social.
Esa justicia social le podrá llegar muy pronto una vez que, en la propia competencia interna, sea destapado como el próximo candidato de Morena en la sucesión presidencial.